Logo de la ONU
Mensaje del Secretario General, Kofi Annan,
en ocasión del día Internacional de las Personas de Edad

1 de octubre de 1999

El Año Internacional de las Personas de Edad está llegando a su fin, al mismo tiempo que el siglo XX. Ambos han sido memorables. Este siglo ha visto un aumento dramático en la esperanza de vida de las personas y cambios profundos en la estructura de edad de las sociedades. El año ha hecho mucho para aumentar la conciencia sobre estas evoluciones, para promover la reflexión sobre cómo adaptarnos a ellas y verlas como oportunidades que deben ser aprovechadas y no como cargas que deben ser arrastradas.

El aumento de la longevidad está otorgándole a la humanidad una nueva frontera, un paisaje mental y físico cada vez más amplio. Hoy las personas de edad de son pioneros en muchas formas. Fieles a este espíritu, han sido innovadores, catalizadores y líderes de las muchas iniciativas que se han tomado durante el Año. Al hacerlo, ellas han ayudado a pavimentar el camino hacia una vida más segura, saludable y rica para las muchas generaciones de personas de edad que vendrán después de ellas.

El Año también ha ayudado a construir algunos de los puentes que nos permitirán avanzar hacia una «sociedad para todas las edades». Una en la cual los diferentes grupos de edad no sólo coexistan, sino también se unan en la empresa compartida de la ciudadanía. Al entrar a un nuevo siglo y a un nuevo milenio, jóvenes y viejos – y todos los que están en el medio – son llamados a unirse en la tarea común de moldear a un mundo que cambia velozmente. Es responsabilidad de todos nosotros, sin importar nuestra edad, asegurarnos que ninguna aportación a este esfuerzo se desperdicie debido a la discriminación por edad.

Al dejar atrás el Año Internacional de las Personas de Edad, llevemos con nosotros hasta la época siguiente – una en la cual la velocidad del envejecimiento poblacional se acelerará – todo lo que hemos aprendido sobre los beneficios de una sociedad que se preocupa por todos y que cuenta con todos, sin importar su edad.