Funciones y poderes de la Asamblea General
Según la Carta de las Naciones Unidas, la Asamblea General podrá:
- Considerar los principios generales de la cooperación para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, incluido el desarme, y hacer recomendaciones al respecto;
- Discutir toda cuestión relativa a la paz y la seguridad internacionales y, salvo cuando una controversia o situación esté siendo examinada por el Consejo de Seguridad, hacer recomendaciones al respecto;
- Con la misma salvedad, discutir cualesquiera asuntos dentro de los límites de la Carta o que se refieran a los poderes y funciones de cualquiera de los órganos de las Naciones Unidas creados por la Carta, y hacer recomendaciones al respecto;
- Promover estudios y hacer recomendaciones para fomentar la cooperación internacional en el campo político, el desarrollo y la codificación del derecho internacional, el ejercicio efectivo de los derechos humanos y las libertades fundamentales y la cooperación internacional en materia económica, social, humanitaria, cultural, educativa y sanitaria;
- Hacer recomendaciones para el arreglo pacífico de cualquier situación que pueda perjudicar las relaciones amistosas entre las naciones;
- Recibir y examinar informes del Consejo de Seguridad y otros órganos de las Naciones Unidas;
- Examinar y aprobar el presupuesto de las Naciones Unidas y fijar las cuotas de los Estados Miembros;
- Elegir a los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad y a los miembros de los demás consejos y órganos de las Naciones Unidas y, por recomendación del Consejo de Seguridad, nombrar al Secretario General.
De conformidad con su resolución titulada «Unión pro paz», de 3 de noviembre de 1950 (resolución 377 (V)), la Asamblea también puede intervenir si el Consejo de Seguridad, a causa del voto negativo de un miembro permanente, no adopta medidas en un caso en que parezca haber una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresión. La Asamblea puede examinar el asunto inmediatamente con miras a dirigir a los miembros recomendaciones sobre medidas colectivas destinadas a mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales (véase «Períodos extraordinarios de sesiones y períodos extraordinarios de sesiones de emergencia», más adelante).
Si bien sólo está facultada para hacer recomendaciones no vinculantes a los Estados sobre las cuestiones internacionales de su competencia, la Asamblea de todos modos ha tomado medidas, de carácter político, económico, humanitario, social y jurídico, que han influido en las vidas de millones de personas en todo el mundo. La histórica Declaración del Milenio, aprobada en 2000, y el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005 reflejan el compromiso de los Estados Miembros de alcanzar objetivos específicos para asegurar la paz, la seguridad y el desarme, juntamente con el desarrollo y la erradicación de la pobreza; salvaguardar los derechos humanos y promover el estado de derecho; proteger el medio ambiente común; satisfacer las necesidades especiales de África y fortalecer a las Naciones Unidas.