Naciones Unidas, 3 de abril del 2000 Instando a los líderes
mundiales a hacer que la globalización beneficie a la gente de todos los países del
mundo, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dio a conocer hoy su plan
de acción para el siglo XXI, un informe detallado en el que se establece el programa de
la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. En el plan se pide a todos los Estados
Miembros que se comprometan a ponerle fin a la pobreza y la desigualdad, mejorar la
educación, aumentar la seguridad, reducir el VIH/SIDA y proteger el medio ambiente.
"Todo lo que hagamos tiene que centrarse en la gente", dice Sr. Annan.
"No hay misión más noble ni responsabilidad más grande que la de propiciar que
hombres, mujeres y niños, en todas las ciudades y aldeas del mundo, logren mejorar sus
vidas. Sólo cuando esto empiece a lograrse podrá decirse que se ha iniciado una
globalización más inclusiva que permita el disfrute por todos de las oportunidades que
crea".
El informe del Secretario General se examinará en la Cumbre del Milenio, del 6 al 8 de
septiembre 2000. Esta reunión excepcional de Jefes de Estado de todo el mundo tendrá
lugar en vísperas de la primera Asamblea General de las Naciones Unidas del nuevo
milenio. El informe, titulado "Nosotros los pueblos: la función de las Naciones
Unidas en el siglo XXI", es la presentación más completa de la misión de las
Naciones Unidas que se ha hecho en los cincuenta y cinco años de existencia de la
organización. En el mismo se incluyen numerosas metas concretas e iniciativas
programáticas que Sr. Annan le pedirá a los dirigentes mundiales que consideren.
Las propuestas de Sr. Annan están animadas fundamentalmente por la idea de que la
globalización es una fuerza extraordinariamente poderosa que le plantea a los países y a
la gente tanto oportunidades como desafíos singulares. "Los beneficios de la
globalización son obvios: un desarrollo económico acelerado, un nivel de vida más alto,
nuevas oportunidades económicas tanto para las personas como para los países", dice
Sr. Annan en su informe. Sin embargo, esos beneficios "siguen estando sumamente
concentrados en una cantidad relativamente pequeña de países, dentro de los cuales
están distribuidos de manera desigual". Aunque hay ahora "reglamentos sólidos,
que se hacen cumplir con eficacia, para facilitar la expansión de los mercados
mundiales", los esfuerzos por asegurar "objetivos sociales igualmente
válidos", por ejemplo en materia de normas laborales, medio ambiente, derechos
humanos y disminución de la pobreza, han quedado "rezagados".
A consecuencia de ello, la globalización ha "empezado a provocar una reacción
negativa". Annan concluye diciendo que el desafío "está claro: si se quiere
capturar las promesas de la globalización y a la vez controlar sus consecuencias
adversas, hay que aprender a gobernar mejor y a gobernar juntos mejor.
Todavía hay miles de millones de personas cuyas vidas no están libres del miedo y la
pobreza, pese a los enormes avances logrados en los últimos cincuenta años, afirma Sr.
Annan. En el informe se señala que la globalización ha pasado por alto al África, donde
vive gran parte de la población pobre del mundo, entre ellos 40 millones de niños al que
el VIH/SIDA dejará huérfanos antes del 2010. En África, además, el crecimiento
económico es anémico, el comercio y las inversiones son escasos y las deudas nacionales
son agobiantes.
En el informe también se señala que menos del 10 por ciento de la investigación en
la esfera de la salud se dedica a las cuestiones que afectan al 90 por ciento de la
población mundial. Debido a ello, millones de personas son vulnerables a las enfermedades
crónicas o a la muerte causada por enfermedades fáciles de prevenir como la neumonía,
la diarrea, la tuberculosis y la malaria.
Respecto de los conflictos y el mantenimiento de la paz, Sr. Annan dice que los países
deben ocuparse tanto de las amenazas viejas como de las nuevas. Explica que hay todavía
demasiadas armas nucleares y que proliferan cada vez más las armas pequeñas que sirven
para prolongar y empeorar conflictos de por sí atroces. Añade que hay que fortalecer las
operaciones de paz, pero que las sanciones deben refinarse para que sus consecuencias sean
"menos duras para las poblaciones inocentes y más eficaces para sancionar a los
mandatarios transgresores".
El capítulo dedicado al medio ambiente es quizás el más alarmante del informe.
Además de la necesidad de liberarse de la pobreza y del miedo, Sr. Annan dice que el
mundo enfrenta en la actualidad la necesidad urgente de lograr una tercera libertad, que
los fundadores de las Naciones Unidas no podían haber anticipado: "la libertad de
las generaciones futuras de sostener sus vidas en este planeta". "No estamos
proporcionando esa libertad", dice. Luego de detallar las numerosas amenazas que
existen en materia de cambio climático, escasez de agua, erosión de los suelos y
destrucción de bosques, pesca y biodiversidad, el Secretario General concluye instando a
que se adopten "una nueva ética de gobierno" y un sistema de "contabilidad
verde" para integrar los costos y beneficios ambientales a las políticas
económicas.
En el informe se insta a los países a que se comprometan a un ambicioso programa para
el siglo XX que incluye lo siguiente:
- Reducir a la mitad, antes de 2015, la proporción de personas que viven en la pobreza
extrema y la proporción que carece de agua potable, segura y costeable.
- Asegurar que antes de 2015 todos los niños completen la enseñanza primaria y eliminar
la disparidad entre los géneros en todos los niveles educacionales.
- Disminuir las tasas de infección con el VIH de las personas entre los 15 y los 24 años
de edad en un 25 por ciento en los próximos 10 años.
- Mejorar los barrios de tugurios mediante el apoyo al plan de acción "Ciudades sin
Tugurios", que se propone mejorar las vidas de 100 millones de habitantes de esos
barrios antes del año 2020.
- Permitirle a los productos producidos en los países pobres el libre acceso a los
mercados de los países industrializados y, como primer paso, adoptar antes de marzo del
año próximo una política de acceso libre de impuestos y de cuotas para, prácticamente,
todas las exportaciones de los países menos adelantados.
- Poner en práctica la ampliación del programa para países pobres muy endeudados que se
aprobó el año pasado y cancelar todas las deudas oficiales de los países pobres
muy endeudados a cambio de que esos países se comprometan de manera verificable a
disminuir la pobreza.
- Redoblar los esfuerzos por garantizar la seguridad de las personas, las comunidades y
los países, haciendo cumplir de manera más enérgica los instrumentos internacionales de
derecho humanitario y derechos humanos.
- Crear una mayor transparencia en materia de transferencia de armas, apoyando las medidas
de desarme regional y llevando a otras zonas los programas de "armas por
productos" que han tenido éxito en Mozambique, Panamá, El Salvador y Albania.
- Aplicar el Protocolo de Kioto para disminuir las emisiones de gases de efecto
invernadero y prevenir el peligroso calentamiento del planeta.
En el informe, Sr. Annan también acoge con entusiasmo la nueva tecnología de la
informática, la cual prevé desempeñará una función importante en la lucha contra la
pobreza y en pro del desarrollo humano, así como en el mejoramiento del funcionamiento de
las Naciones Unidas. Al respecto, Sr. Annan anuncia varias nuevas iniciativas. Primero,
propone el desarrollo de una red de 10,000 sitios computarizados "en línea"
para suministrar información médica y otros recursos adaptados específicamente a
hospitales y otros centros de atención de la salud en todo el mundo en desarrollo. Esa
iniciativa estará encabezada por la Fundación WebMD, en cooperación con otras
fundaciones y socios empresariales. Segundo, anuncia el desarrollo de un Servicio de las
Naciones Unidas de Tecnología de la Informática (UNITeS, por sus siglas en inglés), un
consorcio de cuerpos de voluntarios de tecnología avanzada, entre ellos Net Corps Canada
y Net Corps America, que capacitará a grupos de los países en desarrollo en la
utilización y oportunidades de la tecnología de la informática. Tercero, anuncia una
iniciativa para responder a los desastres, denominada "Primeros en Llegar",
encabezada por la empresa L.M. Ericsson, por la que se suministrará acceso ininterrumpido
a las comunicaciones a las zonas afectadas por desastres naturales y emergencias.
Sr. Annan también propone una ambiciosa serie de cambios en las propias Naciones Unidas.
Profundizando una serie de medidas de reforma que ya se han adoptado para aligerar y hacer
más eficaz a la organización, el Secretario General dice que es hora de reformar al
Consejo de Seguridad y de retirar de la circulación ciertas iniciativas. También
sostiene que las Naciones Unidas deben ampliar sus relaciones con la sociedad civil y
sugiere que una de las formas de lograrlo es mediante el establecimiento de redes
mundiales sobre políticas en las que todos los interesados puedan participar.
Sr. Annan planea utilizar la Cumbre del Milenio como una oportunidad para que los
Estados Miembros renueven y reiteren su compromiso con la misión de las Naciones Unidas.
Los invita, así, a que se comprometan de nuevo con los valores morales que considera son
los fundamentales de las Naciones Unidas: libertad, tolerancia, equidad, no violencia,
respeto de la naturaleza y responsabilidad compartida.
Sr. Annan considera, no obstante, que no hay que contentarse sencillamente con repetir
los avances de los últimos cincuenta años. En su informe, dice: "Los pueblos del
mundo nos están diciendo que nuestros logros pasados no bastan, dada la escala de los
desafíos que enfrentamos. Tenemos que hacer más y tenemos que hacerlo mejor".
Para solicitar entrevistas con el Secretario General y los asesores de
éste que han ayudado a redactar este informe, por favor diríjanse a:
Oficina del Vocero del Secretario General
Teléfonos: (212) 963-7161 o 7162.
Para más información, por favor diríjanse a:
División de Asuntos Públicos, Departamento de Información Pública de las Naciones
Unidas Teléfonos: (212) 963-6870 o 1453; fax: (212) 963-0536.
Publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas
DIP/2106 marzo del 2000