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¿Por qué celebrar una Conferencia Mundial en estos momentos?

"La Conferencia Mundial es de gran imporancia para la comunidad internacional porque las cuestiones que abordará son males que tenemos que combatir con todas nuestras fuerzas; porque el racismo y la xenofobia -que se manifiestan mediante la discriminación y todas las formas de intolerancia- están en la raíz de muchos de los conflictos mundiales; porque son un elemento fundamental del círculo vicioso de la pobreza y la exclusión social; y porque esas fuerzas son directamente opuestas al mensaje fundamental que sustentan los derechos humanos: que cada uno de los miembros de la familia humana tiene derechos iguales e inalienables." 

[Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
   Marzo de 2001]

Antecedentes

Uno de los principios rectores de las Naciones Unidas, Organización creada en 1945 al terminar la segunda guerra mundial, es el principio de no discriminación por motivos de raza. Este principio está claramente enunciado en el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas, en que se reafirma "la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana". Posteriormente, las Naciones Unidas aprobaron la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y otros instrumentos internacionales de derechos humanos que se refieren específicamente a este principio.



Alcance del problema

Pese a los incesantes esfuerzos que realiza la comunidad mundial, la discriminación racial, los conflictos étnicos y la violencia generalizada persisten en diversas partes del mundo. En los últimos años, el mundo ha conocido campañas de "depuración étnica". Las minorías raciales, los migrantes, los que buscan asilo y las poblaciones indígenas han sido víctimas constantes de la intolerancia. Millones de seres humanos siguen haciendo frente a la discriminación sólo por el color de su piel u otros factores que indican la raza a la que pertenecen. Es necesario adoptar medidas eficaces y oportunas, así como medidas de alerta temprana, para impedir la expansión del odio étnico y el posible estallido de conflictos violentos.



Tres decenios de atención especial

Entre 1973 y 2003, la Asamblea General ha designado tres decenios para la adopción de medidas de lucha contra el racismo y la discriminación racial y la prestación de apoyo a las personas que luchan en favor de la igualdad racial



*  El Programa de Acción para el Primer Decenio se estructuró en torno a medidas que se debían tomar para aplicar los instrumentos de las Naciones Unidas relativos a la eliminación del racismo y la discriminación racial y la realización de una campaña de educación en todo el mundo.


*  El Programa de Acción para el Segundo Decenio puso el acento en los procedimientos de interposición de recursos para las víctimas de la discriminación racial. Su programa incluía una campaña de información pública a escala mundial en favor de los derechos humanos y la redacción por la Comisión de Derechos Humanos de un "modelo nacional de legislación" para orientar a los gobiernos en la promulgación de leyes contra la discriminación racial.


*  El Programa de Acción para el Tercer Decenio, que termina en 2003, destaca el papel fundamental de la educación en la esfera de los derechos humanos para garantizar el respeto de esos derechos. Se ha caracterizado por una visión ampliada del problema del racismo y la comprensión de que todas las sociedades del mundo se ven afectadas y entorpecidas por la discriminación. Ya no basta con que la comunidad internacional encare los conflictos relacionados con el racismo cuando surjan; se impone examinar las raíces del racismo e introducir cambios institucionales para impedir su estallido.



Esferas de preocupación

La Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 52/111, de 12 de diciembre de 1997, decidió convocar una conferencia mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a más tardar en el año 2001. Esta decisión es una expresión de la preocupación cada vez mayor que existe en el plano internacional por el aumento en el número de incidentes de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, y el reconocimiento de los retos y las posibilidades de luchar contra esos fenómenos en un mundo con economía cada vez más mundializada.

En su llamamiento a favor de un compromiso renovado en el nuevo milenio con la protección de los derechos humanos, el Secretario General de las Naciones Unidas dijo: "Por cada derecho que proclamamos se cometen cientos de violaciones todos los días. Por cada voz cuya libertad aseguramos, muchas más se ven aún amenazadas. Por cada mujer o niña cuyo derecho a la igualdad defendemos, hay miles que padecen discriminación o violencia. Por cada niño cuyo derecho a la educación y a una niñez pacífica defendemos, hay muchos más que quedan fuera de nuestro alcance. En verdad, nuestra labor no termina nunca."



Objetivos de la Conferencia

Los objetivos de la Conferencia Mundial, establecidos por la Asamblea General en su resolución 52/111, de 12 de diciembre de 1997, son:

*  Examinar los progresos logrados en la lucha contra el racismo y la discriminación racial, especialmente desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y volver a evaluar los obstáculos que impiden seguir avanzando en esa esfera y los medios para superarlos;

*  Examinar los medios que mejor garanticen la aplicación de las normas existentes y su aplicación para combatir el racismo y la discriminación racial;

*  Aumentar el nivel de concienciación sobre el flagelo del racismo y de la discriminación racial;

*  Formular recomendaciones concretas sobre los medios de aumentar la eficacia de las actividades y los mecanismos de las Naciones Unidas mediante programas dirigidos a combatir el racismo y la discriminación racial;

*  Analizar los factores políticos, históricos, económicos, sociales, culturales y de otro tipo que conducen al racismo y la discriminación racial;

*  Formular recomendaciones concretas para promover la adopción de medidas prácticas en el plano nacional, regional e internacional, a fin de combatir el racismo y la discriminación racial; y

*  Elaborar recomendaciones concretas para garantizar que las Naciones Unidas cuenten con los recursos financieros necesarios para llevar a cabo sus actividades de lucha contra el racismo y la discriminación racial.


El proceso preparatorio de la Conferencia

En 1998, la Asamblea General designó a la Sra. Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Secretaria General de la Conferencia. La Asamblea invitó a los Estados y las organizaciones regionales a que establecieran a nivel nacional o regional una estructura de coordinación encargada de promover los preparativos de la Conferencia y de despertar la conciencia de su importancia y sus objetivos en la opinión pública mundial. Se pide a los gobiernos, organizaciones internacionales y regionales y organizaciones no gubernamentales que participen en el proceso preparativo de la Conferencia mediante, entre otras cosas, la realización de estudios e investigaciones y la presentación de recomendaciones al Comité Preparatorio, por conducto de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. La Comisión de Derechos Humanos se constituirá en Comité preparatorio de la Conferencia.

Se ha alentado a las organizaciones no gubernamentales a que celebren un foro antes de la Conferencia y durante la misma y a que participen activamente en los preparativos de la Conferencia. También se les ha pedido que apoyen a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y al Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas en sus esfuerzos por emprender una campaña mundial de información para movilizar y prestar apoyo a la Conferencia y sus objetivos.

En vista de la importancia de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y de otros instrumentos de derechos humanos, la Conferencia Mundial prestará atención especial a la ratificación y la aplicación de las normas internacionales pertinentes. En el marco de los adelantos tecnológicos en materia de comunicaciones, la Conferencia concentrará la atención en el uso indebido de las nuevas tecnologías, en particular la Internet.

Participación de todo el sistema de las Naciones Unidas

Se ha pedido a todos los órganos y organismos de las Naciones Unidas que contribuyan activamente a la Conferencia Mundial. Además, se ha pedido a los mecanismos de las Naciones Unidas que se ocupan de las cuestiones de racismo y discriminación racial -como el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías y los Relatores Especiales de la Comisión de Derechos Humanos- que participen activamente con miras a garantizar el éxito de la Conferencia Mundial.

Relator Especial de las Naciones Unidas sobre cuestiones de racismo

En 1993 la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas designó un Relator Especial sobre las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia. En su calidad de experto independiente, el Relator Especial tiene el mandato de estudiar las formas institucionalizadas e indirectas de racismo y discriminación racial contra minorías nacionales, raciales, étnicas, lingüísticas y religiosas, y los trabajadores migratorios y sus familias en todo el mundo. Su trabajo será de gran valor para los preparativos de la Conferencia.

Crear las condiciones para el nuevo milenio

La Conferencia Mundial será una oportunidad única e importante de crear una nueva visión del mundo para la lucha contra el racismo y la discriminación racial en el nuevo milenio. Para que sus repercusiones sean efectivas, la Conferencia debería no sólo promover una mayor sensibilización respecto del flagelo del racismo, sino orientar las medidas decisivas que se adopten a escala nacional, regional e internacional a fin de ayudar a los que padecen diariamente el racismo y la discriminación racial. Para que se logren los objetivos de la Conferencia y se proporcionen soluciones duraderas, será necesario que los esfuerzos y las contribuciones de los particulares, los gobiernos, las organizaciones intergubernamentales, las organizaciones no gubernamentales y los diversos órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas se realicen de manera concertada.

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