Declaración de los Derechos HumanosRights Day HomePágina principal de la ONU


LA POBREZA, LOS CONFLICTOS, EL TERRORISMO, LA VIOLENCIA, LOS PREJUICIOS Y LA MALA GESTIÓN DE LOS ASUNTOS PÚBLICOS VIOLAN MANIFIESTAMENTE LOS DERECHOS HUMANOS


Mensaje de Bertrand Ramcharan, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Funciones, en ocasión del Día de los Derechos Humanos

10 de diciembre de 2003

Debe ser motivo de profunda aflicción y dolor para todos que, en este Día de los Derechos Humanos, diez años después de los solemnes compromisos contraídos en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, los derechos humanos se violen manifiestamente en todo el mundo a causa de la pobreza, los conflictos, el terrorismo, la violencia, los prejuicios y la mala gestión de los asuntos públicos.

No obstante los nobles compromisos de la Declaración y del Programa de Acción de Viena, y pese al compromiso más reciente contraído en relación con los derechos humanos en la Declaración del Milenio (2000), la universalidad de los derechos humanos continúa siendo formal, más que real, en el mundo contemporáneo. Las desigualdades y las injusticias contra las mujeres y los niños son corrientes, y el racismo y la discriminación racial distan de haber retrocedido.

La pobreza no ha disminuido. Por el contrario, para cerca de 1.000 millones de personas los derechos económicos, sociales y culturales consagrados en la Declaración Universal, cuyo 55º aniversario conmemoramos este año, seguirán siendo ilusorios. Esas personas difícilmente podrán sobrevivir, y muchas no llegarán a los 55 años de edad. La democracia, el estado de derecho y el respeto de los derechos civiles y políticos están lejos de los desposeídos de la Tierra. La lucha contra la pobreza ha de seguir estando situada en la vanguardia del movimiento en favor de los derechos humanos.

En el mundo de hoy, los civiles son tomados deliberadamente como blanco en los conflictos, y las reglas de derechos humanos y del derecho humanitario son menospreciadas impunemente durante los mismos.. Los conflictos contemporáneos hacen estragos en los derechos humanos de millones de personas. Por ello, es extremadamente urgente intensificar los esfuerzos para la prevención de conflictos, a nivel nacional, regional e internacional. Prevenir conflictos significa prevenir graves violaciones derechos humanos.

El terrorismo, desgraciadamente, se suma a las pesadas cargas que agobian a los pueblos del mundo. Tanto el Consejo de Seguridad como la Asamblea General y la Comisión de Derechos Humanos lo han condenado de manera rotunda. Los terroristas asesinan, mutilan, causan pánico y amenazan sin escrúpulos. El movimiento internacional a favor de los derechos humanos ha de condenar el terrorismo con todos los medios a su alcance.

Millones de personas de todo el mundo se ven sometidas a actos de violencia perpetrados deliberadamente por las autoridades contra sus ciudadanos. Son corrientes las torturas, las ejecuciones arbitrarias y sumarias, las desapariciones forzadas e involuntarias, las detenciones arbitrarias y los malos tratos a minorías, a poblaciones indígenas y migrantes. Miles de mujeres jóvenes son sometidas a la trata de blancas y a la esclavitud. La explotación sexual de los niños es una plaga de nuestra civilización. Seguimos experimentando una crisis de valores en la humanidad. El movimiento internacional a favor de los derechos humanos ha de denunciar las violaciones manifiestas de los derechos humanos dondequiera que se produzcan. Se trata de un deber de conciencia.

Los prejuicios, el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, el antisemitismo, el antiislamismo y el antagonismo contra otras religiones, así como otras formas de intolerancia, prevalecen entre nosotros, frecuentemente en medio de sociedades que profesan fe en los ideales de la Carta de las Naciones Unidas y de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Hay gobiernos que predican la tolerancia, al tiempo que sus pueblos manifiestan odio hacia personas de piel o de cultura diferentes. La lucha por la igualdad y por la no discriminación ha de ser una lucha que una al movimiento en favor de los derechos humanos.

Seamos honrados y reconozcamos que la mala gestión de los asuntos públicos es la raíz de muchos de los sufrimientos que aquejan a los pueblos del mundo, así como de las graves violaciones de los derechos humanos que van en aumento en el mundo contemporáneo. La equidad y una mejor protección de los derechos humanos exigen una mejor gestión de los asuntos públicos. En palabras de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la voluntad del pueblo ha de ser la base de la autoridad del gobierno. Esa voluntad debe expresarse en elecciones periódicas y auténticas celebradas por sufragio universal e igual con arreglo a procedimientos de votación libres.

En este Día de los Derechos Humanos, mi corazón está con las víctimas de las violaciones de los derechos humanos cometidas en todo el mundo. Pido encarecidamente que cesen esas violaciones. Pido encarecidamente que el mundo de la Declaración Universal se convierta en realidad para todos los pueblos del mundo. Pido encarecidamente que prevalezcan la democracia, el estado de derecho y la justicia.

Pido que se tomen medidas más enérgicas de protección en los planos nacional, regional e internacional. Pido a cada gobierno que estudie si son suficientes los mecanismos de protección de que se dispone en su país. Pido a las organizaciones subregionales y regionales que se pregunten qué más pueden hacer para reforzar la protección de los derechos humanos. Pido al Consejo de Seguridad, a la Asamblea General, al Consejo Económico y Social, a la Comisión de Derechos Humanos y a los órganos creados en virtud de tratados que estudien, cada uno de ellos por su parte, qué más pueden hacer para reforzar la protección de los derechos humanos.

Aún no hemos alcanzado el mundo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, pero tengo la convicción de que algún día lo alcanzaremos. La promesa de la Declaración Universal de Derechos Humanos nos llama hacia un mundo mejor. Hoy pido encarecidamente que se refuerce la protección de los derechos humanos.



Volver al inicio