Mensaje del Secretario General
La violencia sexual en los conflictos es una amenaza para nuestra seguridad colectiva y una tacha en nuestra humanidad común.
Se usa como táctica de guerra, para aterrorizar a la gente y desestabilizar sociedades.
Tiene consecuencias que pueden sentirse de generación en generación, por el trauma, el estigma, la pobreza, los problemas de salud a largo plazo y los embarazos no deseados.
En el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos debemos escuchar a los supervivientes y reconocer sus necesidades y exigencias.
La mayoría son mujeres y niñas, pero también hay hombres y niños, que nos piden ayuda para acceder a servicios vitales de salud, a la justicia y a la reparación.
Hoy también honramos a quienes trabajan en el frente ayudando a las víctimas a reconstruir su vida.
En nuestra respuesta mundial debemos actuar de manera más concertada para garantizar que quienes cometen actos de violencia sexual rindan cuentas de ellos y para corregir la desigualdad de género que alimenta esas atrocidades.
Juntos podemos y debemos sustituir la impunidad por la justicia y la indiferencia por la acción.
Gracias.
António Guterres