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2010–2020: Decenio para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación

¿Por qué un decenio sobre las tierras secas?

Foto: Debashis MukherjeeLas tierras secas suponen el 41,3% de la superficie del suelo, una significativa proporción que se evidencia en el mapa sobre tierras secas Documento PDF en inglés incluido en este kit. ¿Importaría algo que las tierras secas no existieran?

Seguridad alimentaria: las reservas mundiales están en peligro

Más del 44% del total de los cultivos mundiales están en las tierras secas. Las plantas endémicas de las tierras secas representan el 30% de los cultivos actuales y los ascendientes genéticos de estas especies todavía crecen en estas zonas. Tradicionalmente, las tierras secas han sido destinadas al ganado; sin embargo, su uso como tierras de cultivo está aumentando. Los pastizales abastecen al 50% del ganado mundial y representan además un hábitat para la fauna. La producción de ganado domina en las zonas más áridas y las tierras de cultivo lo hace en las áreas subhúmedas secas.

Pobreza: Luchando por la vida

La subsistencia de más de 1.000 millones de personas que habitan alrededor de 100 países está amenazada por la desertificación. Cerca de 1.000 millones de personas pobres y marginadas, que viven en las áreas más vulnerables, pueden ser las más severamente afectadas por la desertificación. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio detectó que, en general, el bienestar de la población de las tierras secas es inferior que el de los de otros ecosistemas. Por ejemplo: comparado con otros ecosistemas, en las tierras secas la tasa de mortalidad infantil es mayor y el producto interior bruto (PIB) per cápita, menor. Esto implica que las tierras secas representen el hogar de la población con un nivel de bienestar comparativamente inferior.

Población: Países de origen de una considerable población mundial

2.100 millones pueblan las tierras secas, lo que significa que éstas son el hogar de un tercio de la población mundial actual. De acuerdo con ONU-HABITAT, el 18,5% de la tasa de crecimiento de la población en las tierras secas es mayor que la de cualquier otro ecosistema. El aumento de la densidad poblacional en inversamente proporcional al de la aridez. Esto abarca un ratio de entre diez personas por kilómetro cuadrado en los desiertos a 71 en las áreas subhúmedas secas (pastizales).

Ecosistema Población total Porcentaje sobre la población mundial
Desiertos 101.336 1,7
semidesiertos 242.780 4,1
Praderas 855.333 14,4
Pastizales 909.972 15,3
Total 2.109.421 35,5

Se habla de desertificación cuando el suelo se degrada en las zonas secas. Generalmente, está motivado por el hecho de que la desertificación ocurre más frecuentemente en regiones que están a mitad de camino entre bajas y altas densidades poblacionales. Un estudio publicado en 2009 por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias demuestra una restauración a gran escala de los bosques en regiones densamente pobladas de Burkina Faso y Níger a través de actividades de gestión de restauración agrícola a bajo coste.

Agua: El déficit hídrico aumenta

La aridez se asocia con la disponibilidad o escasez de agua. Esta materia prima es necesaria para el bienestar humano y las funciones clave del suelo, esto es, producción primaria y reciclaje de nutrientes. La escasez de agua y la brecha entre su demanda y su oferta es mayor en las tierras secas. Esta escasez aumenta a medida que lo hace la aridez. Para un bienestar humano básico, cada persona necesita de un mínimo de 2.000 metros cúbicos de agua al año. Los habitantes de las tierras secas tienen acceso a tan solo 1.300 metros cúbicos y todo apunta a que esta disponibilidad decrecerá. A día de hoy, la escasez de agua afecta a entre 1.000 y 2.000 millones de personas, la mayoría de ellas habitantes de zonas secas. Bajo el actual escenario de cambio climático, cerca de la mitad de la población mundial vivirá en 2030 en áreas afectadas por un alto grado de estrés por déficit hídrico. Esto forzará el desplazamiento de entre 24 y 700 millones de personas en algunas áreas áridas y semiáridas.

Biodiversidad: La gran desconocida

El estado de las especies en las zonas secas sigue siendo desconocido ya que no existe ninguna evaluación hasta la fecha. Alrededor del 8% de las tierras secas están protegidas, en comparación con un promedio de alrededor del 10% en otros ecosistemas. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio informó de que ocho de los 25 puntos calientes de biodiversidad se encuentran en las zonas secas. Se trata de áreas en las que el 0,5% de las especies vegetales son endémicas de la región pero cuya pérdida de hábitat es superior al 70%.

Cambio climático: Insaciables captadores de carbono

Las tierras secas juegan un rol vital en la regulación local y global del cambio climático. El cambio de los usos del suelo provoca una liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera, mientras que la mejora de la tierra experimenta esencialmente un proceso inverso. El suelo absorbe el exceso de carbono en la atmósfera; y las tierras secas almacenan aproximadamente el 46% de la cuota global de carbono: las tierras secas contienen el 53% del total del carbono del suelo mundial y sus plantas el 14% del carbono biótico mundial. Las prácticas de rehabilitación (como el mulching, el compostaje, los distintos sistemas de abono, el cultivo mixto y la reforestación) aumentan el almacenaje de carbono en el suelo, lo que contribuye directamente al secuestro de carbono de la tierra. Estas técnicas forman parte de un conjunto de tecnologías conocido como «gestión sostenible del suelo».

Degradación del suelo: El quid de la cuestión

La desertificación se refiere a la degradación del suelo en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas, resultado de diversos factores, entre los que se incluyen las variaciones climáticas y las actividades humanas. Cuando el suelo se degrada en las tierras secas, se crean condiciones desérticas. A escala global, el 24% del suelo se está degradando. Alrededor de 1.500 millones de personas dependen directamente de estas áreas degradadas. Cerca del 20% de los suelos degradados son tierras de cultivo y entre un 20 y un 25%, pastizales.

  Árido e hiperárido Semiárido Subhúmedo seco Húmedo
Degradación 5% 9% 8% 78%

La regeneración natural de la cubierta vegetal y del suelo en las zonas áridas necesita entre 5 y 10 veces más tiempo que en áreas favorables con lluvias mayores y más regulares. Entre 1981 y 2003, aproximadamente el 16% del suelo mejoró; y entre este suelo mejorado el 20% eran tierras de cultivo y el 43%, pastizales.

  Cultivos Pastizales Bosques Global
Tierra en degradación 20% 20-25% 42% 24%
Tierra en recuperación 18% 43% 23% 16%

Factores relativos a la degradación del suelo

No existe ningún proceso lineal causa-efecto que conduzca a la degradación del suelo en las tierras secas, pero los factores que la motivan son conocidos, si bien cambian con el tiempo y el lugar. Los factores directos son climáticos, especialmente la baja humedad del suelo, los patrones de lluvia y la evaporación; los factores indirectos son mayoritariamente derivados de la actuación humana e incluyen la pobreza, el uso de la tecnología, tendencias globales y locales del mercado y dinámicas sociopolíticas. La pobreza es al mismo tiempo causa y consecuencia de la degradación.

Gestión sostenible del suelo: Una solución

La aplicación de técnicas de gestión sostenible del suelo ayuda a combatir la desertificación y a cubrir y rehabilitar el suelo, en agua y la vegetación. La gestión sostenible del suelo se refiere al uso multifuncional de éste. Se ha demostrado que la aplicación de la gestión sostenible del suelo aumenta el rendimiento entre un 30 y un 170%. El suelo que se pierde cada año podría producir 20 millones de toneladas de grano. La desertificación y la degradación del suelo representan una pérdida de ingresos de 42.000 millones de dólares de EE.UU. al año.

Áreas de secano 8.200 millones de Dólares de EE.UU.
Tierras de cultivo 10.800 millones de Dólares de EE.UU.
Regadío 23.300 millones de Dólares de EE.UU.

Referencias