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Consejo de Seguridad 2011: Recapitulación

Oriente Medio

La cuestión de Palestina

«Soy plenamente consciente de que el statu quo es insostenible, y de que los profundos cambios políticos que experimenta la región no hacen sino ponerlo aún más de relieve». Estas fueron las declaraciones del Secretario General el su informe sobre la cuestión de Palestina de mediados de año en el que afirmó lo siguiente: «Hace ya mucho tiempo que deberían haberse alcanzado la paz y el Estado palestino» (documento S/2011/585).

De hecho, los profundos cambios políticos en la región de Oriente Medio resaltaron el estancamiento del conflicto israelo-palestino, que ya dura varias décadas. En las reuniones mensuales que se celebraron a lo largo del año para informar al Consejo, los altos funcionarios de las Naciones Unidas hicieron hincapié en la urgente necesidad de que las partes implicadas reanudaran las negociaciones para poder tomar medidas inmediatas y decisivas, y para que la comunidad internacional continuara participando en la causa de manera constructiva. Sin embargo, en agosto, aún no se había producido ningún avance político y continuaban las actividades de asentamiento de Israel. En medio de esta situación, los líderes de Palestina confirmaron su intención de dirigirse a las Naciones Unidas para solicitar el reconocimiento del Estado de Palestina dentro de las fronteras de 1967 y la admisión del mismo en la Organización como miembro de pleno derecho.

Anteriormente a esta decisión se vivió otro momento de tensión que evidenció la imposibilidad de superar los obstáculos que impedían la reanudación de las negociaciones. El Consejo comenzó a examinar la situación de la misma manera en que lo había hecho años atrás, teniendo en cuenta las serias preocupaciones por la falta de progreso expresadas por un portavoz de los altos funcionarios de las Naciones Unidas. B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, expresó en su comparecencia el 19 de enero que la paz y la condición de Estado de Palestina no podían seguir aplazándose. Informó de que, a pesar de los esfuerzos internacionales para reanudar las negociaciones de paz estancadas, estas continuaron bloqueadas y que el objetivo de conseguir un acuerdo marco sobre las cuestiones relativas al estatuto definitivo seguía estando lejos. Por último, añadió que el considerable aumento del asentamiento en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental, seguido de la reanudación en septiembre de 2010 de las construcciones por parte de Israel, que habían estado parcialmente paralizadas desde hacía 10 meses, contribuyeron a generar desconfianza y a aumentar los prejuicios. (Véase el comunicado de Prensa SC/10157 Disponible en inglés).

Sin embargo el 18 de febrero, un mes más tarde, el Consejo no puedo aprobar —con 14 votos a favor y 1 en contra (Estados Unidos)— una resolución que habría denominado «ilegales» los asentamientos israelíes establecidos en territorio palestino ocupado desde 1967, al tiempo que reiteraría la petición de un cese inmediato de todas las actividades de asentamiento. (Véase el comunicado de prensa SC/10178 Disponible en inglés).

El representante del Líbano preguntó antes de la votación dónde se encontraban la comunidad internacional y el respeto al derecho internacional. Además informó de que las autoridades de ocupación israelíes habían aprobado un plan para la construcción de 1400 nuevos asentamientos al sur de Jerusalén Oriental y añadió que también había planes para levantar asentamientos a los largo del territorio palestino ocupado. Continuó exponiendo que, de hecho, desde la suspensión de la congelación parcial, la tasa de construcción casi se había doblado y señaló que Israel continuaba destruyendo edificios y otras estructuras en Jerusalén Oriental que formaban parte de la identidad palestina.

El Observador Permanente de Palestina dijo que debía remediarse la situación para que las posibilidades alcanzar una solución basada en dos Estados no estuvieran en constante peligro. Recalcó que la situación era intolerable y el statu quo insostenible.

El representante de Israel expuso que el texto no debió haberse enviado, ya que las negociaciones directas seguían siendo el único medio posible para resolver el prolongado conflicto. Cree que el Consejo debería haber pedido a las partes implicadas que retomaran las negociaciones inmediatamente, sin condiciones previas, para alcanzar un acuerdo final con respecto a todos los problemas pendientes.

La representante de Estados Unidos, que había ejercido su derecho a veto, expuso que su país rechazaba rotundamente la legitimidad de las actividades de asentamiento, pero hizo hincapié en la necesidad de medir cada una de las acciones para acercar a las partes implicadas o ayudarles a avanzar en las negociaciones y acuerdos. Añadió que el texto había distanciado las posiciones de ambas partes y que podía haberlas alentado a rechazar las negociaciones o recurrir al Consejo en cuanto se encontraran en un punto muerto.

Robert Serry, Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el proceso de paz del Oriente Medio, participó en la reunión informativa del 24 de febrero, en la que señaló que, en contraste con las importantes transformaciones políticas que estaban teniendo lugar en Oriente Medio, las negociaciones entre palestinos e israelíes permanecían estancadas y que ambas partes se mantenían escépticas ante las intenciones del contrario y la preocupación de la comunidad internacional. Robert Serry informó con franqueza sobre la poca confianza existente entre unos y otros y la poca credibilidad que las partes implicadas le dan a los esfuerzos de la comunidad internacional par ayudarlas a superar sus diferencias. Pidió una intervención internacional creíble y eficaz que ayude a reconducir la situación. (Véase el comunicado de prensa SC/10182).

El 22 de marzo se produjo un fuerte incremento de la violencia israelo-palestina, cuando Oscar Fernández-Taranco, Subsecretario General de Asuntos Políticos, calificó de alarmante el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel y los posteriores ataques aéreos por parte de Israel que provocaron la muerte de tres palestinos. Fernández-Taranco advirtió que, si continuaba el estancamiento político, podrían peligrar algunos de los logros más significativos, especialmente aquellos relativos al programa de la Autoridad Palestina para la creación de un Estado. Hizo especial hincapié en la necesidad de poner en marcha la política urgentemente y pidió acción decisiva por parte del Cuarteto Diplomático y toda la comunidad internacional para conseguir que las partes implicadas retomen las negociaciones.

Informó que, el pasado mes, el Cuarteto había continuado con sus esfuerzos para ayudar a las partes a encontrar el camino de vuelta a las negociaciones directas. Fernández-Taranco explicó que, según el acuerdo al que se llegó en Munich en febrero, los enviados del Cuarteto se habían reunido con los negociadores palestinos e israelíes por separado y estaban considerando seriamente sus puntos de vista sobre el modo en el que se podría restablecer el diálogo en los aspectos fundamentales, entre los que se encuentran los problemas de fronteras y seguridad. Añadió que los enviados tenían previsto que ambas partes se comprometieran con mayor firmeza. Los máximos responsables del Cuarteto planearon reunirse en abril con la intención de preparar un marco adecuado para las negociaciones. (Véase el comunicado de prensa SC/10204 Disponible en inglés).

Pascoe abrió el debate del Consejo del 21 de abril, que duró un día, diciendo que ambas partes deberían estar preocupadas por el hecho de que la trayectoria política se estuviese viendo retrasada debido al significativo avance del programa de la Autoridad Palestina para la creación de un Estado. Añadió, citando el reciente informe de las Naciones Unidas, que en aquel momento las funciones gubernamentales de las seis áreas en las que la comunidad internacional estaba más presente eran suficientes para la viabilidad del Estado. Paralelamente, las medidas que tomó Israel para facilitar el movimiento habían ayudado a la actividad económica y al acceso a los servicios básicos. Al mismo tiempo, señaló que durante el período de examen se habían dado los niveles de violencia más altos de los dos últimos años en Gaza e Israel. (Véase el comunicado de prensa SC/10230 Disponible en inglés).

Serry dijo en la sesión informativa del Consejo del 19 de mayo que tanto los enfrentamientos mortales como la reconciliación de Palestina y los esfuerzos para la creación de un Estado demostraron que el conflicto israelo-palestino no era inmune a los cambios políticos por los que atravesaba el mundo árabe. Añadió que, de una manera u otra, esos cambios llegarían a la zona y que deberían conllevar fines positivos. Señaló que, desafortunadamente, la búsqueda de una solución basada en dos Estados se encontraba estancada y la falta de confianza entre las partes era muy grande. Finalmente informó de que, dada la ausencia de negociaciones y en una situación caracterizada por la continua expansión de los asentamientos israelíes, los palestinos estaban preparándose para dirigirse a las Naciones Unidas en septiembre con el fin de pedir su reconocimiento como Estado. (Véase el comunicado de prensa SC/10261 Disponible en inglés).

El 23 de junio, Serry citó el discurso que el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama había pronunciado el 19 de mayo y dijo que ofrecía un marco para reanudar las negociaciones y buscar el acuerdo. Haciendo hincapié en la urgente necesidad de retomar unas negociaciones útiles, describió el estancamiento de la evolución política israelo-palestina como un proceso peligroso. (Véase el comunicado de prensa SC/10290 Disponible en inglés).

El 26 de julio, Serry advirtió al Consejo que la solución basada en dos Estados y el programa de creación del Estado de Palestina estaban en peligro, dada la inexistencia de una solución creíble que pudiera romper el profundo y persistente estancamiento y la ausencia de avances en dicho asunto. También afirmó que estaba obligado a describir como dramática la situación en la que se había madurado la creación del Estado de Palestina en la Ribera Occidental, ya que la esfera política no consiguió llegar a un acuerdo. (Véase el comunicado de prensa SC/10340 Disponible en inglés).

Pascoe expuso el 25 de agosto en el Consejo que los recientes ataques terroristas y el aumento de la violencia en Oriente Medio eran una prueba de la urgente necesidad de progreso, a pesar de que seguía el estancamiento político. También dijo que las profundas diferencias seguían estando presentes en el marco de las negociaciones y advirtió que la desconfianza estaba aumentando. Informó de que la calma era necesaria para que pudieran tener lugar negociaciones importantes, pero que, dadas la ausencia de avance en la política y la continuación de las actividades de asentamiento por parte de Israel, las autoridades palestinas habían confirmado su intención de dirigirse a la Asamblea General y al Consejo para conseguir así el reconocimiento. (Véase el comunicado de prensa SC/10367 Disponible en inglés).

Con el Primer Ministro Najib Mikati presidiendo la sesión del Consejo del 27 de septiembre, Pascoe expuso que, tras una semana de intensiva diplomacia, las posiciones de Palestina e Israel seguían estando distanciadas, pero que la existencia de ciertos elementos básicos —como un programa detallado, la presentación de las propuestas en las partes implicadas expongan sus expectativas y una participación activa por parte del Cuarteto— podrían ayudar a que las negociaciones fueran más efectivas. Añadió que el proceso no sería fácil, pero que se trataba del momento idóneo para darle una oportunidad a la diplomacia.

El Primer Ministro Mikata expuso que en Oriente Medio se estaban produciendo cambios y mencionó la primavera palestina que había surgido en las semanas previas al envío de la solicitud de Palestina para convertirse en miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas. Declaró que los palestinos habían reiterado su deseo de negociar, pero que las negociaciones estaban crispadas debido a la intransigencia de Israel y a las violaciones del derecho internacional. (Véase el comunicado de prensa SC/10396 Disponible en inglés).

El 28 de septiembre el Consejo remitió la solicitud de Palestina a su Comité de Admisión de Nuevos Miembros para que este la examinara. Según declaraciones del Presidente del Consejo, Nawaf Salam (del Líbano), el Presidente de Palestina había enviado la solicitud a fecha de 23 de septiembre y dirigida al Secretario General (documento S/2011/592). Propuso que el Consejo se reuniera el 30 de septiembre para examinar la solicitud. (Véase el comunicado de prensa SC/10397 Disponible en inglés).

Durante el debate del Consejo del día 24 de octubre, se volvió a pedir en repetidas ocasiones la adhesión de Palestina, al tiempo que el Observador Permanente describía los intentos de posponer el examen de la solicitud, ya que se consideraba que era inaceptable y que el statu quo era ilógico e injusto. El delegado de Israel expresó que su país había aceptado sin condiciones previas la petición del Cuarteto de retomar las negociaciones inmediatamente. Describió como interesante la sugerencia de que la causa del conflicto fueran los asentamientos y señaló que el conflicto llevaba presente desde hacía casi medio siglo, desde antes de que hubieran comenzado los asentamientos en la Ribera Occidental. Finalmente, reiteró la idea de que el principal obstáculo para conseguir la paz era la negativa del mundo árabe de aceptar el Estado judío. (Véase el comunicado de prensa SC/10420 Disponible en inglés).

Serry volvió al Consejo el 21 de noviembre, ocasión en la que advirtió que no debían darse por sentados ni la viabilidad de la Autoridad Palestina ni su programa de creación del Estado de Palestina, y probablemente tampoco la solución basada en dos Estados. Ambas partes se comprometieron por separado con el Cuarteto en el marco de las declaraciones del 23 de septiembre, pero las negociaciones directas, sin condiciones previas, en las que las partes esperaban presentar sus propuestas territoriales de seguridad, aún no habían tenido lugar. Serry señaló que, al contrario, seguía aumentando la desconfianza y continuaban separados los puntos de vista y la base de las negociaciones, por lo que pidió a las partes que se moderaran, evitaran las provocaciones, cumplieran sus obligaciones, comenzaran diálogos directos y avanzaran hacia propuestas más concretas y negociables. (Véase el comunicado de prensa SC/10453 Disponible en inglés).

El 20 de diciembre, en la última reunión informativa, Fernández-Taranco expuso que el progreso en la búsqueda de la paz entre Israel y Palestina era más urgente que nunca, a pesar de que seguía siendo un reto, dado el contexto de tensiones sobre el terreno, la profunda desconfianza y la volatilidad de las dinámicas regionales. Declaró que su principal preocupación se centraba en el creciente deterioro de la situación sobre el terreno y la preocupante incertidumbre que planeaba sobre el camino hacia la paz con el año llegando a su fin. Añadió que no debía permitirse que continuaran las dinámicas negativas, ya que había muchas cosas en juego. (Véase el comunicado de prensa SC/10497 Disponible en inglés).

Iraq

El Consejo examinó la situación de Irak teniendo en cuenta la retirada de las fuerzas militares de los Estados Unidos prevista para finales de año. Martin Kobles, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI), participó en la reunión informativa del 6 de diciembre, en la que describió la retirada como un importante hito que podría conllevar nuevos desafíos, pero que también brindaba a los iraquíes la oportunidad de demostrarse a sí mismos que eran capaces de construir un futuro mejor en un contexto de paz. Advirtió que no debía subestimarse la tarea que tenían por delante y que esta requeriría un mayor progreso en cuestiones de seguridad. Señaló que, aunque las fuerzas iraquíes habían asumido el control de la seguridad del país, seguían enfrentándose a una oposición armada y a grupos terroristas, hechos que suponían importantes desafíos para la prestación de asistencia.

Hamid Al-Bayati (de Iraq) declaró que, en los últimos meses, su Gobierno había estado trabajando para mejorar sus capacidades defensivas para enfrentarse a los ataques terroristas, con el fin de proteger la seguridad internacional y salvar la democracia. Expuso que el país estaba preparado para asumir los grandes retos y responsabilidades que seguirían a la retirada de las fuerzas estadounidenses. Añadió que, de hecho, Iraq estaba siendo testigo del despertar de una nueva era en la que se están estableciendo los cimientos de la democracia, la libertad de prensa personal y privada, la libertad de crear partidos políticos, la diversidad política y una transición de poder pacífica. (Véase el comunicado de prensa SC/10472 Disponible en inglés).

El examen oficial de la situación de Irak por parte del Consejo comenzó el 8 de abril, cuando Ad Melkert, el entonces Jefe de la UNAMI, declaró que los ciudadanos habían protestado a lo largo del país pidiendo los dividendos prometidos por el nuevo gobierno nacional de colaboración, entre los que se encontraban las oportunidades de trabajo para los jóvenes. Anunció que los funcionarios iraquíes elegidos se habían tomado dichos asuntos en serio y que habían mostrado una renovada determinación de actuar decisivamente. Añadió que las Naciones Unidas también estaban desempeñando su papel correspondiente.

Sin embargo, también expuso que, a pesar del progreso hacia la estabilidad, la seguridad seguía siendo una preocupación e hizo referencia a los 25 incidentes de seguridad registrados el mes anterior y los ataques terroristas contra el edificio del gobierno provincial que tuvieron lugar el 29 de marzo, en los que murieron 76 personas y otras 100 resultaron heridas. Concluyó diciendo que, aunque las fuerzas estadounidenses estuvieran preparándose para la retirada, Irak no debía ser olvidado y la comunidad internacional debería estar preparada para continuar apoyando al país. (Véase el comunicado de prensa SC/10220 Disponible en inglés).

Melkert informó el 19 de marzo sobre los avances anteriores y expuso que el verdadero progreso había sido la sustitución de la despiadada dictadura del Irak por instituciones regidas por principios constitucionales, un hecho que preparó el terreno para el prudente optimismo respecto al futuro. Añadió que Iraq, en algunos aspectos, había estado en el núcleo de los cambios más importantes de la región, como la incorporación al sistema de gobierno de una Constitución que garantizaba la participación de las mujeres y minorías al tiempo que nutría la cultura de debate constitucional. (Véase el comunicado de prensa SC/10330 Disponible en inglés).

El 28 de julio, el Consejo aprobó por unanimidad la resolución 2001 (2011), mediante la cual prorrogó el mandato de la UNAMI durante 12 meses. El Consejo reconoció que la seguridad del personal de las Naciones Unidas era esencial para que la Misión pudiera llevar a cabo su trabajo y pidió a Irak y a otros Estados Miembros que proporcionaran a la Misión apoyo logístico y en materia de seguridad, así como recursos suficientes. (Véase el Comunicado de Prensa SC/10345 Disponible en inglés).

El Líbano

El 30 de agosto, tras los ataques contra la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), que tuvieron lugar el 27 de mayo y el 26 de julio, el Consejo prorrogó el mandato de esta durante una año, hasta el 31 de agosto de 2012 y condenó duramente todos los ataques terroristas contra la misma. El Consejo aprobó por unanimidad la resolución 2004 (2011) y pidió la rápida conclusión de las investigaciones del Líbano sobre los ataques y alentó a todas las partes a regirse escrupulosamente por su obligación de respetar la seguridad de la FPNUL y el resto de personal de las Naciones Unidas. Exhortó enérgicamente a las partes implicadas a que respetaran la cesación de las hostilidades, evitaran cualquier violación de la Línea Azul y cooperaran con la FPNUL. Además, alentó a Israel a que acelerara inmediatamente el proceso de retirada de su ejército de la zona meridional de Al-Gayar y pidió la cooperación entre la FPNUL y las Fuerzas Armadas Libanesas. (Véase el comunicado de Prensa SC/10373 Disponible en inglés).

El 20 de diciembre, durante el tiempo dedicado al Líbano en la reunión informativa mensual sobre Oriente Medio, Oscar Fernández-Taranco, Subsecretario General de Asuntos Políticos, informó sobre la preocupación producida por los incidentes que tuvieron lugar en el área de operaciones de la FPNUL. A este respecto, recordó que el Secretario General había condenado todos los ataques indiscriminados con cohetes y exhortó a todas las partes a que actuaran con la máxima moderación.

Fernández-Taranco destacó como algo positivo el hecho de que el Primer Ministro Mikati anunciara el 30 de noviembre que había cedido al Tribunal Especial para el Líbano la parte del presupuesto de 2011 que le correspondía a su Gobierno. El primer mandato del tribunal, inaugurado en marzo de 2009, fue juzgar a las personas acusadas de participar en el atentado del 14 de febrero de 2005 en el que murieron 23 personas, entre las que se encontraba el ex Primer Ministro del Líbano Rafiq Hariri, y muchas otras resultaron heridas. (Véase el comunicado de prensa SC/10497 Disponible en inglés).

(Se pueden encontrar resúmenes de otras sesiones relacionadas del Consejo en los comunicados de prensa SC/10453 Disponible en inglés, SC/10420 Disponible en inglés, SC/10396 Disponible en inglés, SC/10367 Disponible en inglés, SC/10340 Disponible en inglés, SC/10290 Disponible en inglés, SC/10261 Disponible en inglés, SC/10230 Disponible en inglés, SC/10204 Disponible en inglés, SC/10182 Disponible en inglés, SC/10178 Disponible en inglés y SC/10157 Disponible en inglés).

Siria

El Consejo inició el examen de la situación de Siria en respuesta al levantamiento que comenzó con las manifestaciones públicas del 26 de enero. Aunque al principio la manifestaciones fueron esporádicas, el 17 de marzo, en la meridional ciudad de Dera'a, estas se convirtieron en protestas masivas que desataron una revuelta nacional a gran escala en la que los manifestantes pedían la dimisión del Presidente Bashar Al-Assad y el derrocamiento del Gobierno. Motivados por las exitosas revoluciones de Túnez y Egipto, los manifestantes sirios pretendían acabar con las casi cinco décadas de régimen Baaz. Sin embargo, el Gobierno de Siria, viendo que las protestas continuaban, comenzó a desplegar tanques y francotiradores.

El 23 de marzo, antes de que el Consejo se implicara, el Secretario General condenó los episodios de violencia contra manifestantes pacíficos de Dera'a, a causa de los cuales murieron varias personas y muchas otras resultaron heridas. Ban Ki-Moon pidió a las autoridades sirias que evitaran la violencia y mantuvieran su compromiso con los derechos humanos (Véase el comunicado de prensa SG/SM/13472 Disponible en inglés). El 25 de abril, en vista de que la situación se intensificaba, el Secretario General volvió a condenar la violencia contra manifestantes pacíficos y recordó a las autoridades sirias su obligación de respetar los derechos humanos internacionales, entre los que se incluyen el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica y la libertad de prensa. Volvió a pedir que se abrieran investigaciones efectivas, transparentes e independientes sobre los asesinatos. (Véase el comunicado de Prensa SG/SM/13521 Disponible en inglés).

El Consejo de Seguridad examinó la situación de manera oficial en cuatro sesiones que comenzaron el 27 de abril con una exposición informativa a cargo de B. Lynn Pascoe, Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos. Este expuso que, a pesar de la promesa pública de reformar una serie de aspectos legislativos y legales, los ataques contra los manifestantes antigubernamentales se intensificaron en gran medida. Afirmó que la represión no era la solución y añadió que eran necesarios un diálogo inclusivo y unas reformas genuinas para conseguir las aspiraciones legítimas del pueblo sirio, así como recuperar la confianza, solucionar los problemas sociales y restaurar el orden. (Véase el comunicado de prensa SC/10235 Disponible en inglés).

El 30 de junio, el Consejo se reunió para considerar el informe del Secretario General (documento S/2011/359) sobre la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS), en el que se recomendaba una prorrogación de seis meses del mandato de la Fuerza. La FNUOS se creó con el fin de supervisar el acuerdo de separación entre las fuerzas sirias e israelíes el 31 de marzo de 1974. El Secretario General expuso que, a pesar de que la situación en el sector sirio-israelí se mantenía en calma, los graves incidentes que habían tenido lugar en la zona de operaciones de la FNUOS suponían una importante preocupación.

El Consejo aprobó por unanimidad la resolución 1994 (2011) ese mismo día y mostró su preocupación y temor a que dichos incidentes, que tuvieron lugar el 15 de mayo y el 5 de junio, pudieran poner en peligro el largo alto el fuego entre Israel y Siria. (Véase el comunicado de prensa SC/10305 Disponible en inglés).

Tras la aprobación de la resolución, el representante del Reino Unido destacó que la situación de Siria era insostenible y que su delegación continuaría presionando hasta conseguir una resolución más estricta. Sin embargo, el representante de la Federación de Rusia señaló que Siria no estaba en la agenda del Consejo. El delegado de China expresó que se trataba de un asunto interno y que sólo las partes implicadas deberían ocuparse de él.

El representante de Siria transmitió que su Gobierno esta dispuesto a esforzarse al máximo para conseguir la seguridad del personal de la misión y expresó su desconcierto ante las tentativas de citar sucesos internos en el proyecto de resolución relativo a la prorrogación del mandato de la FNUOS.

El representante de Israel expuso que, dada la imperante inestabilidad regional, la necesidad de respetar la línea de separación nunca había sido tan evidente. Este también se refirió a los sucesos del 15 de mayo y el 5 de junio y dijo que la mano del régimen sirio había estado presente en ellos.

El 3 de agosto, el Consejo lamentó profundamente, en una declaración de la Presidencia (documento S/PRST/2011/16), los centenares de muertes que tuvieron lugar en Siria y condenó la violación generalizada de los derechos humanos por parte de las autoridades. En ese acto se pidió el fin inmediato de la violencia y se alentó a todas las partes a actuar moderadamente. (Véase el comunicado de prensa SC/10352 Disponible en inglés).

Sin embargo, el 4 de octubre, debido a los vetos de la Federación de Rusia y China, el Consejo no aprobó un proyecto de resolución que condenaba los ataques contra los manifestantes antigubernamentales en Siria. Dicho documento habría pedido a las autoridades sirias que dejaran inmediatamente de utilizar la fuerza contra los civiles y permitieran ejercer el derecho de libertad de expresión. También habría advertido de las posibilidades de acción contra el Gobierno que podrían haberse tenido en cuenta, entre las que se encontraban las medidas que entran en la sección de sanciones de la Carta. (Véase el comunicado de prensa SC/10403 Disponible en inglés).

Tras la votación, en la que hubo 9 votos a favor, 2 en contra (China y la Federación de Rusia) y 4 abstenciones (el Brasil, la India, el Líbano y Sudáfrica), los que se opusieron a la resolución expresaron su preocupación por la violencia, pero alegaron que las sanciones podían ser contraproducentes y expusieron que el Consejo debería dar prioridad al diálogo entre las partes implicadas. También resaltaron la importancia del principio de no intervención en asuntos internos.

El representante de la Federación de Rusia se mostró alarmado por el hecho de que las resoluciones del Consejo sobre la situación en Libia se hubieran tomado como modelos para acciones posteriores que pudieran involucrar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Afirmó que los miembros del consejo no eran los abogados del régimen de Al-Assad. Recalcando que la violencia era inaceptable, señaló que, sin embargo, una parte del movimiento de oposición sirio no había escondido su tendencia extremista y había pedido apoyo extranjero. Finalmente, añadió que la oposición había estado actuando al margen de la ley y había matado a personas que sí la cumplían.

Por otro lado, los que apoyaron el proyecto de resolución respondieron que el documento habría alentado al diálogo nacional y que no pondría en peligro la soberanía de Siria, sino que pretendía acabar con los brutales ataques contra civiles que ejercían sus derechos. Citaron las condenas impuestas en la región por la Liga de los Estados Árabes, entre otros, como ejemplos de apoyo internacional a las acciones del Consejo. El representante de los Estados Unidos expresó su indignación frente al fracaso del Consejo en su intención de tomar medidas para proteger a los civiles en Siria después de llevar a cabo largas y duras negociaciones.

Yemen

Al tratar el tema del Oriente Medio, el Consejo dedicó una sesión a la situación en Yemen y aprobó por unanimidad la resolución 2014 (2011) el 21 de octubre. En dicho texto, expresaba su profundo pesar por los cientos de víctimas en el país, sobre todo civiles, incluidos mujeres y niños, que se produjeron tras meses de enfrentamientos políticos. El Consejo pidió que las autoridades del Yemen permitieran inmediatamente que se ejercieran los derechos fundamentales de libertad de asociación y expresión, y que pusieran fin a los atentados. También hizo un llamamiento para que se comprometieran con una transición pacífica del poder, basada en las propuestas formuladas por el Consejo de Cooperación del Golfo, constituido por seis naciones. El Consejo también manifestó su preocupación por la presencia de Al-Qaida en la Península Arábiga, así como su intención de hacer frente a dicha amaneza. (Véase el comunicado de Prensa SC/10418 Disponible en inglés).


El contenido de esta página es una traducción no oficial, elaborada con la participación de la Facultad de Traducción de la Universidad de Salamanca.