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Consejo de Seguridad 2009: Recapitulación

Debates temáticos

Mujeres y conflictos armados

Las partes de los conflictos armados usaron la violencia sexual con una eficaz brutalidad, dijo el Secrtario General Ban Ki-Moon al Consejo el 7 de agosto, al presentar su primer informe sobre los conflictos armados en los que se había usado la violencia sexual sistemáticamente contra los civiles (documento S/2009/362). «Como una granada o una pistola, la violencia sexual forma parte de su arsenal para conseguir sus objetivos militares, políticos, sociales y económicos», añadió, señalando que los perpetradores actuaban de manera general con impunidad.

Muchos oradores trataron esa cultura de impunidad en el consiguiente debate, remarcando que los gobiernos afectados necesitaban ayuda para mejorar su capacidad para acabar con ello. Algunos reclamaron medidas contra las partes que usaran sistemáticamente la violencia sexual como arma de guerra, y agradecieron asimismo el nombramiento, por parte del Secretario General, de un alto funcionario para tratar la violencia sexual, así como la inclusión, por parte del Consejo, de medidas para tratar este tema en mandatos nuevos y renovados. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9726.)

Con Hillary Clinton, Secretaria de Estado de los Estados Unidos, presidiendo el 30 de septiembre, el Consejo estableció misiones de mantenimiento de la paz para proteger a las mujeres y a los niños de los graves abusos sexuales durante los conflictos armados, y pidió al Secretario General que nombrara un representante especial para coordinar una serie de mecanismos con el fin de combatir el crimen.

Una vez adoptada de manera unánime la resolución 1888 (2009), que los miembros del Consejo consideraban imprescindible para avanzar en muchos frentes, el Consejo también pidió al Secretario General que empleara un grupo de expertos para situaciones de gran preocupación relacionadas con la violencia sexual, para que trabajaran con el personal de las Naciones Unidas en el lugar donde se produzca, así como con los gobiernos nacionales con el fin de reforzar el estado de derecho. Entre otras medidas, el Consejo decidió nombrar a algunos asesores de protección de la mujer entre los asesores que trabajan con cuestiones de género y las unidades de protección asignadas para las misiones de mantenimiento de la paz. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9753.)

La Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Asha-Rose Migiro, pidió al Consejo tomar el mando para crear un seguimiento efectivo de la situación de la mujer en los países en situaciones de conflicto y postconflicto cuando se reunieron el 5 de octubre en un debate muy concurrido sobre la mujer y el conflicto armado.

Rachel Mayanja, Asesora Especial en Cuestiones de Género y Adelanto de la Mujer, remarcó que las mujeres y niñas seguían siendo víctimas de la violencia de género en situaciones donde las hostilidades se habían calmado y, por ello, ya no se encontraban bajo la vigilancia de la comunidad internacional. Era imprescindible que el Consejo continuara trabajando enérgicamente para erradicar la violencia sexual e insistir implacablemente como personal responsable del mantenimiento de la paz, de su consolidación y de adoptar decisiones.

Habiendo adoptado la resolución 1889 (2009), el Consejo pidió una serie de medidas para reforzar la participación de las mujeres en todas las fases de los procesos de paz, instando a los Estados miembros, a los cuerpos de las Naciones Unidas, a los donantes y a la sociedad civil a asegurarse de que se estaban teniendo en cuenta la protección y el otorgamiento de poderes durante la evaluación y planificación de las necesidades tras el conflicto, así como la posterior financiación y planificación. El Consejo reafirmó su resolución de referencia 1325 (2000), que iba abriendo camino para la posterior consideración de «las mujeres, la paz y la seguridad». (Véase el Comunicado de Prensa SC/9759.)


El contenido de esta página es una traducción no oficial, elaborada con la participación de la Facultad de Traducción de la Universidad de Salamanca.