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Consejo de Seguridad 2009: Recapitulación

Asia

Afganistán

El Consejo fue de nuevo informado de la situación en Afganistán, donde la penetrante inseguridad, resultado de la insurgencia política que se había producido, amenazaba con acabar con la capacidad de las instituciones del Estado. Según el Secretario General, que informó sobre la situación el pasado mes de septiembre, la insurgencia tenía cada vez más capacidad de actuar en áreas donde antes no podía, particularmente en el noreste y noroeste. Los complejos ataques pasaron de una media de uno por trimestre a uno cada mes en 2008. Los esfuerzos que se han realizado en los últimos años para aumentar la cantidad de fuerzas nacionales e internacionales han fracasado a la hora de detener la insurgencia.

Dicha inseguridad, junto con el proceso electoral, atrajo la atención internacional durante todo el año, con este último tema ganando terreno tras las elecciones presidenciales y provinciales del 20 de agosto, particularmente el retraso en la publicación de los resultados hasta principios de noviembre, cuando la Comisión electoral independiente declaró la victoria, de nuevo, del presidente Hamid Karzai.

El 8 de septiembre de 2009 la Comisión de Quejas Electorales ordenó a la Comisión Electoral Independiente que llevara a cabo un informe de auditoría y un recuento en los centros electorales donde había indicadores de irregularidades electorales serias. Sin embargo, en los años de intervalo, el «nivel de supuestas irregularidades electorales había generado importantes perturbaciones políticas, hasta el punto de temer la vuelta a la violencia cuando salieran los resultados de las elecciones», afirmó el Secretario General en el informe del Consejo del 22 de septiembre (documento S/2009/475). "La formación de un nuevo Gobierno permitirá elaborar una nueva agenda y cooperar con Afganistán y la comunidad internacional, profundizando en los compromisos mutuos que se acordaron en Londres, París y La Haya", añadió.

El 6 de noviembre, unos días después de que se declarara la victoria de Karzai, el Consejo hizo mención a la conclusión del proceso electoral, felicitando a los afganos por su determinado y activo compromiso y su participación en las elecciones. Los miembros del Consejo insistieron en su compromiso para apoyar a Afganistán en su camino hacia la paz e hicieron un efectivo llamamiento al nuevo gobierno para afrontar los asuntos de seguridad, buena gobernanza y la lucha contra la corrupción, así como la recuperación económica, mejorando las condiciones para conseguir un sustento de vida y acabar con el narcotráfico. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9784.)

Sin embargo, el 29 de octubre el Consejo condenó duramente a los talibanes tras reclamar responsabilidades por el ataque terrorista que tuvo lugar el 28 de octubre en Kabul y acabó con la vida de varios miembros del personal de las Naciones Unidas, entre otras personas. En una declaración de la Presidencia, se pedía que las Naciones Unidas no se viesen desalentados por los trágicos incidentes y siguiesen llevando a cabo su misión. El Consejo renovó su compromiso para ayudar al país en su camino hacia la paz, la democracia y la reconstrucción. (SC/9781)

El 8 de octubre, el Consejo prolongó 12 meses el mandato de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad expresando su «gran precupación» sobre el aumento de violencia y criminalidad en Afganistán, como se había adoptado de manera unánime en la resolución 1890 (2009). (Véase el Comunicado de Prensa SC/9762.)

En una nota infromativa del 29 de septiembre, Kai Eide, Representante Especial del Secretario General y presidente de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el Afganistán (UNAMA), dijo al Consejo que la formación de un gobierno afgano efectivo y el desarrollo de sus estrategias requería decisiones que determinaran las perspectivas para acabar con el cada vez más intenso conflicto del país. «Debemos tomar decisiones muy importantes y he de recordar que hacer más de lo mismo ya no es una opción». Por otro lado, además de la composición de un nuevo gobierno y su futura agenda, se deberían tomar decisiones que tratasen de lanzar un proceso de paz y reconciliación, el tamaño y la composición de FIAS, y las prioridades y asignaciones de la asistencia para el desarrollo internacional.

El Ministro de asuntos exteriores de Afganistán dijo al Consejo que para afrontar nuevos retos era esencial un Estado que funcionase, pero era una «visión muy reducida» para reducir todos los problemas a uno solo. Los terroristas estaban motivados por una seria de factores, sobre todo por su manera de pensar y sus fines ideológicos. También se incluía la reintegración de combatientes ilegales en la vida civil y la cooperación regional. Para tratar estos temas, las Naciones Unidas deben desempeñar un papel principal y UNAMA estaba en el lugar correcto para llevar a cabo una coordinación entre el gobierno y los participantes internacionales. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9751.)

Algunos meses antes, el 23 de marzo, el Consejo prolongó el mandato de UNAMA un año y condenó todos los ataques contra civiles y las fuerzas afganas e internacionales, así como el hecho de que los talibanes y otros grupos extremistas utilizasen a civiles como escudos humanos y a niños como soldados. Tras adoptar de manera unánime la resolución 1868 (2009), el Consejo decidió que la UNAMA continuaría llevando a cabo esfuerzos civiles internacionales, según lo acordado en la resolución 1806 (2008). (Véase el Comunicado de Prensa SC/9624.)

Antes de dicha extensión, el Sr. Eide dijo en una nota informativa el 19 de marzo que, mientras el Gobierno estaba trabajando de manera más compentente que nunca, y a pesar de de la mejorada cooperación entre los ministerios de seguridad, la situación de seguridad era todavía nefasta y se esperaban intensas luchas en las semanas siguientes. El gobierno estaba dando prioridad a estos temas, incluyendo una reforma policial. Al mismo tiempo que exigía a la comunidad internacional que participase, con el fin de acabar con el cultivo y el tráfico ilegal de amapolas, advirtió que conseguir ese y otros objetivos llevaría su tiempo.

En el consiguiente debate, el representante de Afganistán dijo que los afganos estaban impacientes por trabajar con la comunidad internacional para erradicar los grupos terroristas. Los talibanes eran un producto de la violenca, las madrazas transfronterizas y el adoctrinamiento extranjero que había perturbado la estabilidad de la sociedad afgana. Tan sólo el 4 por ciento de los afganos deseaba que regresasen al poder. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9619.)

Una declaración presidencial emitida el 15 de julio dio la bienvenida a los preparativos para las elecciones pesidenciales que se acercaban, y enfatizó que deberían ser libres, justas, transparentes, creíbles, seguras e inclusivas. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9751.)

El 30 de junio, en la primera nota informativa formal, comunicó al Consejo que si las elecciones de agosto se desarrollaban correctamente, la situación del país -- la más compleja que había habido en años -- podría ser un momento decisivo para acabar con el conflicto. Pero era necesario presentar una «visión más optimista», ya que el conflicto no presentaba posibilidades de progreso. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9696.)

Nepal

El Consejo prolongó dos veces el mandato de la Misión de las Naciones Unidas en Nepal (UNMIN), primero el 23 de enero por 6 meses bajo la resolución 1879 (2009), y después el 23 de julio por otros 6 meses bajo la resolución 1879 (2009). (Ver comunicado de prensa SC/9582 y SC/9714).

El 16 de enero, en su última nota informativa al Consejo, Ian Martin, el Representante Especial del Secretario General y el presidente de UNMIN, dijo que esperaba que la comunidad internacional, a pesar de las reclamaciones que se habían hehco, seguiría ocupándose de los 27 millones de personas más pobres de Asia. Recordando lo conseguido hasta el momento, describió algunos logros importantes de procesos de paz que había acabado con el conflicto entre el gobierno y la oposición de fuerzas maoistas, así como los retos que todavía quedaban, que incluían nuevos enfrentamientos entre la Liga Comunista Maoista y la Fuerza de Jóvenes de Nepal. Sin embargo, la petición de paz, cambio e inclusión que el pueblo había hecho era inequívoca.

El 5 de mayo, el Consejo expresó su preocupación por la crisis política que había estallado el día anterior cuando, en un discurso a la nación televisado, el Primer Ministro Pushpa Kamal Dahal «Prachanda» había dimitido en una lucha de poder sobre la destitución del Jefe del Estado Mayor del Ejército el 3 de mayo. La dimisión había llevado a su punto más alto el profundamente polarizado empate entre el ejército de Nepal y el líder de la coalición.

En la primera nota informativa al Consejo, Karin Landgren, la nueva Representante Especial, dijo que la situación corría el riesgo de parálisis, negociaciones prolongadas para formar un nuevo gobierno y un estancamiento en las preparaciones para integrar a los combatientes maoistas. A largo plazo, podría tener serias implicaciones en el funcionamiento del Gobierno y la determinación de la naturaleza del Estado en una nueva constitución. Estas preocupaciones son agudas, dijo ella, enfatizando la necesidad de la UNMIN de proporcionar apoyo técnico al Comité Especial creado por el Acuerdo general de paz y la Constitución Provisional de noviembre de 2006 para supervisar la integración y la reabilitación de los combatientes maoistas. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9652.)

El Secretario General, dirigiéndose al Consejo el 26 de octubre, expresó su seria preocupación sobre el hecho de que los compromisos principales en cuanto al proceso de paz se tenían que poner en marcha todavía (documento S/2009/553). Había aún mucha desconfianza entre los partidos y su absorción en la política del día a día y los asuntos internos de los partidos ponían en compromiso su capacidad para una negociación flexible.

Los maoistas, apenados sobre todo por el poder del primer ministro sobre el ejército, habían aumentado sus protestas, y el 1 de noviembre empezaron una protesta a nivel nacional, que tuvo como resultado algunos conflictos de poca importancia en las regiones del este de Nepal. La Sra. Landgren, dijo dirigiéndose al Consejo el día 6 de noviembre que «hasta que los partidos no encontrasen un marco de cooperación más claro, así como otros modos de continuar hacia delante con los procesos de paz, sería difícil determinar una salida estructurada para la UNMIN». Tras los eventos de mayo, la confianza entre los partidos había seguido disminuyendo, dijo ella, enfatizando la necesidad de que los partidos hicieran todo lo que pudieran durante las semanas de mandato que le quedaban a la UNMIN para que saliesen de ese punto muerto. A pesar de algunos ímpetus renovados, los procesos de paz se enfrentaron a un punto muerto prolongado, con el riesgo, además, de confrontación". (Véase el Comunicado de Prensa SC/9783.)

Timor-Leste

En tres reuniones celebradas en la nación más joven del sudeste de Asia, que celebró del 10º aniversario de su voto por la independencia este año, los miembros del Consejo acogieron informes de «asombrosas» mejoras en seguridad tras un año de intentos de asesinato contra el Presidente y el Primer Ministro. Sin embargo, también estaban de acuerdo en que una retirada precipitada por parte de las Naciones Unidas podría poner en peligro todo lo que se había conseguido hasta el momento. «Sin embargo, lo contrario: no debería haber ninguna salida sin estrategia, es también cierto». Al presentar el informe del Secretario General dijo que el informe advertía de que las principales causas económicas y políticas de los intentos de asesinato y el alto nivel de violencia de 2006 no habían desaparecido. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9774.)

Recomendó un enfoque internacional firme y estable para asegurar la estabilidad a largo plazo, que dependía de la habilidad de las instituciones timorenses para actuar de manera democrática, responsable y efectiva. En el encuentro celebrado en octubre, José Luis Guterres, Viceprimer Ministro de Timor-Leste, explicó al detalle algunos de los progresos institucionales hasta el momento conseguidos, mientras que el 19 de febrero, el presidente José Ramos-Horta afirmó que el país había efectivamente superado el descontento del período anterior. El Secretario General Ban Ki-moon hizo eco de tal optimismo. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9598.)

El Consejo prolongó el mandato de la UNMIT otros 12 meses el 26 de febrero, con los mismos poderes, para respaldar las elecciones locales, la reforma del sector de seguridad y la construcción institucional. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9601.)

Myanmar

El 13 de julio, el Secretario General Ban Ki-moon informó al Consejo de que durante la visita a Myanmar los días 3 y 4 de julio, la negativa por parte del personal directivo para reunirse con el líder de la oposición Daw Aung San Suu Kyi había supuesto, además de una gran decepción, la pérdida de una buena oportunidad para Myanmar. El Secretario General había planteado propuestas al personal directivo tratando tres temas principales: la liberación de todos los prisioneros políticos, incluido Daw Aung San Suu Kyi; la reanudación de un diálogo entre el Gobierno y la oposición; y la creación de condiciones que contribuyan a unas elecciones legítimas y creíbles en 2010. (Véase el Comunicado de Prensa SC/9704.)


El contenido de esta página es una traducción no oficial, elaborada con la participación de la Facultad de Traducción de la Universidad de Salamanca.