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Consejo de Seguridad 2008: Recapitulación

Consejo de Seguridad


«Trabajando a nivel mundial para frenar conflictos y facilitar la transición hacia la paz, en 2008 el Consejo de Seguridad ha guiado los progresos en la labor a largo plazo de mantenimiento de la paz, y a finales de año ha enfrentado la crisis de Gaza.»

 

A pesar de verse dominada por las nuevas crisis en Kenya, Georgia y el Cuerno de África, la mayor parte de la labor del Consejo de Seguridad en 2008 consistió en impulsar numerosas iniciativas, autorizadas el año anterior, respecto a crisis existentes, incluido el despliegue de arreglos innovadores de mantenimiento de la paz en el Sudán así como la implementación de acuerdos alentadores en el Oriente Medio y en varias situaciones de conflicto africanas.

El Consejo organizó un total de 217 sesiones públicas en 2008, a diferencia de 170 en 2007. El Consejo formuló 48 declaraciones de la Presidencia y aprobó 64 resoluciones. Una vez más, el Consejo se esforzó en conseguir un consenso para incrementar la eficacia de sus decisiones; tan sólo cuatro resoluciones requirieron una votación y únicamente una resolución recibió el veto de miembros permanentes del Consejo.

Entre las decisiones de 2007, conseguidas con gran esfuerzo, y aplicadas en 2008, se puso mucha atención al despliegue de la Operación Híbrida de la Unión Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID) para aliviar el sufrimiento y facilitar la asistencia en la región occidental del Sudán asolado por los conflictos. Su progreso lento pero constante se vio obstaculizado por un proceso político paralizado, la falta de helicópteros y otras capacidades, problemas logísticos y los continuos combates. El Consejo también procedió al despliegue de una “presencia multidimensional” en los Estados vecinos de la República Centroafricana y el Chad, autorizados en 2007 para proteger de grupos armados las operaciones de asistencia humanitaria y a las personas desplazadas. La Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana y el Chad (MINURCAT) recibió apoyo de tropas de la Unión Europea. Sin embargo, considerando la situación aún “frágil”, el Consejo decidió añadir un componente militar de las Naciones Unidas cuando el mandato de la fuerza europea expirase a principios de 2009.

Entre tanto, la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), también autorizada en 2007 y con vistas a ser sustituida por una posible misión de las Naciones Unidas, pudo ayudar en operaciones de asistencia humanitaria pero se vio abrumada por la constante anarquía. El Consejo logró actuar energéticamente en contra del creciente problema de la piratería en las costas y a la vez reafirmó que esto se debía a la falta de un gobierno que funcionara en Somalia. No obstante, la mayoría de los Estados miembros expresaron que todavía no era el momento apropiado para que la fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas reemplazara a la AMISOM, ya que aun no había paz que mantener.

Otro problema importante que enfrentó el Consejo fue sustentar varios acuerdos políticos —prometedores pero a la vez frágiles— a los que se llegó en 2007. En Annapolis, Maryland, en noviembre de 2007, se llegó a un acuerdo, en espera de negociar para finales de 2008 un arreglo definitivo del conflicto israelo-palestino; sin embargo, esta meta no se logró. No obstante, el Consejo prestó apoyo a las iniciativas del Cuarteto diplomático (las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Federación de Rusia y los Estados Unidos) para mantener las negociaciones directas a lo largo del año a pesar de los estallidos de violencia. El 16 de diciembre, el Consejo elaboró la primera resolución sobre el Oriente Medio en más de cuatro años y medio para reafirmar el carácter irreversible del proceso de Annapolis y las negociaciones ulteriores y a la vez mostrando deliberadamente un frente unido ante el quebrantamiento de la cesación del fuego entre Israel y Hamas. En vez de celebrar una sesión abierta, se publicó una declaración de prensa para enunciar los puntos de vista de los Estados miembros. No obstante, el número cada vez mayor de víctimas civiles en Gaza hizo necesario que se celebrara una sesión pública en las últimas horas de 2008.

El Acuerdo de Uagadugú del año pasado, que busca poner fin a la división de Côte d’Ivoire, logró algunos progresos pero a la vez se tropezó con dificultades, lo que llevó al Consejo a instar a las partes involucradas a que celebrasen elecciones —que han sido aplazadas en tres ocasiones— a más tardar en la primavera de 2009. Entre tanto, el Acuerdo General de Paz del Sudán entre el norte y el sur, en virtud del cual las partes cooperaban en un Gobierno de Unidad Nacional, experimentó retrocesos debido a las tensiones en la región rica en petróleo de Abyei, provocando un estallido de violencia y nuevos desplazamientos. El Consejo apoyó una hoja de ruta y acudió a la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS) para aportar estabilidad a la región. Los acuerdos a los que se llegó a principios de 2008, con el propósito de poner fin a los conflictos en provincias orientales de la República Democrática del Congo, fueron violados por el ejército rebelde de Laurent Nkunda. Como consecuencia, el Consejo volvió a centrar la atención de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC) en la protección de los civiles y en la aplicación de los acuerdos en la región oriental del país.

El Consejo supervisó el cierre de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Sierra Leona (UNIOSIL) —decidido el año pasado— así como la transición a la Oficina Integrada de las Naciones Unidas para la Consolidación de la Paz en Sierra Leona (UNIPSIL), la cual cooperaría con la Comisión de Consolidación de la Paz. Entre tanto, la Misión de las Naciones Unidas en Etiopía y Eritrea (MINUEE) se cerró debido a los obstáculos impuestos a sus operaciones por el Gobierno de Eritrea.

La decisión del Consejo, adoptada en 2007, de que su autorización de la fuerza multinacional en el Iraq concluiría a finales de 2008, se confirmó el 22 de diciembre, como parte de una resolución que prorrogaba hasta finales de 2009 las disposiciones para depositar el producto de las ventas de combustibles fósiles al Fondo de Desarrollo para el Iraq. También se decidió revisar todas las resoluciones relacionadas con el Iraq de 1990 en adelante.

Persistieron los desacuerdos respecto a qué conflictos internos en otras zonas incumbían al Consejo. Myanmar se mantuvo en el temario y se informó al Consejo de la situación en Kenya después de que las controvertidas elecciones en ese país provocaron una reacción violenta a principios de 2008. Sin embargo, las sanciones propuestas para Zimbabwe tras un brote de violencia postelectoral similar fueron objeto de veto por parte de China y la Federación de Rusia debido a que ambos países no consideraban que la situación en el país del África meridional representaba una amenaza para la paz y seguridad internacionales.

Nuevas crisis como las controversias entre Djibouti y Eritrea y el estallido de una guerra generalizada en Georgia, y cuestiones ya existentes como la no proliferación en el Irán; la seguridad en Timor-Leste, Guinea-Bissau y Haití; la transición democrática en Nepal y la finalización de la labor de los tribunales internacionales recibieron gran atención del Consejo en 2008.

Como en años recientes, el Consejo escuchó frecuentes exposiciones informativas de oficiales de asistencia humanitaria y de derechos humanos, así como de los máximos responsables de la Comisión de Consolidación de la Paz y organizaciones regionales. Cuestiones temáticas, en particular el terrorismo y la protección de civiles, siguieron ocupando un lugar prioritario en el programa, con sesiones públicas y comités subsidiarios. El desarme general estuvo en el programa por primera vez en muchos años durante la Presidencia de Costa Rica, que exhortó a que el gasto militar se encauzara hacia el desarrollo, aunque algunos miembros expresaron que el Consejo estaba usurpando un ámbito más apto para la Asamblea General.

Los miembros fueron a dos misiones del Consejo: una, a África del 1° al 10 de junio, para evaluar el progreso en el Sudán, Somalia, el Chad, la República Democrática del Congo y Côte d’Ivoire; la segunda visitó el Afganistán del 21 al 28 de noviembre, y posteriormente, el representante de Italia declaró que dicho país se enfrentaba a una situación de seguridad difícil, pero no a una crisis de seguridad.

La Asamblea General eligió a Austria, el Japón, México, Turquía y Uganda para actuar como miembros no permanentes del Consejo de Seguridad por períodos de dos años, a partir del 1° de enero de 2009. Estos países sustituyeron a Bélgica, Indonesia, Panamá y Sudáfrica, cuyos períodos terminaron el 31 de diciembre de 2008. Burkina Faso, Costa Rica, Croacia, Libia y Viet Nam permanecen como miembros hasta 2009. China, los Estados Unidos, Francia, la Federación de Rusia y el Reino Unido son los miembros permanentes.


Este documento informativo ha sido publicado por la Dependencia de Información al Público del Departamento de Información Pública, Naciones Unidas. Esto no es un documento oficial. Únicamente tiene fines informativos. La información fue obtenida del comunicado de prensa SC/9572, de fecha 14 de enero de 2009.