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• Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS)

Surgieron del monte. Eran unos doscientos.

Estaban solos o eran huérfanos.

Niños atrapados en la violencia que devasta Sudán del Sur.

Huyeron cuando su ciudad, en el condado de Pibor, cerca del estado de Jonglei, fue atacada durante la última olea de choques étnicos entre dos comunidades conocidas como Murle y Lou-Nuer.

Los padres de muchos de esos niños Murle fueron asesinados o quedaron separados de sus hijos cuando acabaron atrapados entre las 50.000 personas que huyeron del área, temiendo por sus vidas.

Agod Korok es una de esas madres. Ella huyó cuando su aldea estaba siendo atacada. Ahora busca a sus hijos, con la esperanza de que estén a salvo.

«He perdido tres niños en el bosque y no sé si están vivos o muertos. He venido a buscarlos».

Aunque se ha restablecido la calma en el condado de Pibor, gracias a las fuerzas gubernamentales y a las fuerzas de mantenimiento de la paz, la ONU ha puesto en marcha una gran operación de emergencia humanitaria para ayudar a recuperarse a las personas envueltas en el conflicto.

Pero, de momento, todo lo que Agod puede hacer es esperar que entre todos esos niños, ella reconozca una cara familiar.