ECUADOR

DISCURSO DEL DELEGADO DEL ECUADOR,
EMBAJADOR FRANCISCO PROANO ARANDI,

A LA CONFERENCIA MUNDIAL CONTRA EL RACISMO,
LA DISCRIMINACION RACIAL, LA XENOFOBIA Y FORMAS CONEXAS DE INTOLERANCIA

DURBAN, SUDAFRICA, 3 DE SEPTIEMBRE DEL 2001

Señora Presidenta:

En nombre del Gobierno del Ecuador deseo expresar a usted nuestra felicitación por haber sido tan acertadamente elegida para presidir este magno evento que, sin duda, constituye el más importante acontecimiento que en materia de Derechos Humanos tiene lugar en los albores del nuevo siglo y del milenio que comienza.

Nuestras congratulaciones también a la sefora Mary Robinson, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por su talentoso y abnegado trabajo en orden a lograr el éxito que este transcendental encuentro de Durban merece.

Agradecemos la hospitalidad de este gran país, la República Sudafricana, no sin consignar que la realización aquIde esta Conferencia adopta un enorme simbolismo para todos los pueblos de la tierra, habida cuenta de la historia reciente que todos conocemos.

Como en ningún otro acontecimiento, en esta Conferencia están en juego valores que tienen que ver con el destino mismo de la humanidad como tal se trata aquí de propender hacia un mundo más humano, más digno del hombre, y de superar para siempre una historia signada por la intolerancia y la muerte. Por eso abogamos por el éxito de esta Conferencia.

Hace 500 años, en pleno proceso de la expansión de Occidente, hubo quienes, para justificar una política de conquista, depredación y sojuzgamiento, llegaron a negar que los indígenas americanos y de otras tierras, tuvieran alma. Basados en ese mismo pretexto no dudaron en traficar, reduciéndolos a la condición de esclavos, de meras mercancías, a los hombres libres de Africa. Para justificarse, estos depredadores intentaban despojar de su humanidad a los seres humanos de estas latitudes, de América, de Africa y otras tierras. No sabían que, en ese intento, eran ellos quienes se despojaban de su propia humanidad. Es el principio de lo que se ha llamado la "deshumanización de Occidente", deshumanización que desembocaría en las vastas tragedias contemporáneas del holocausto nazi, del "apartheid", de la limpieza étnica.

Occidente tiene hoy la oportunidad de re-humanizarse. El Ecuador, pais multiétnico y plurinacional, exhorta a los países liéleres de Occidente a iniciar este proceso de re-humanización, que debiera abarcar tanto a los descendientes de los colonizadores, cuanto a los de sus víctimas, para estructurar un mundo verdaderamente armónico., sin venganzas ni odio. Para ello, Occidente debe reconocer su responsabilidad histórica en ese pasado de colonización y esclavismo, y de depredación de los recursos. Debe reconocer el pleno derecho de los pueblos incligenas, de los pueblos de afrodescendientes y otras minorías al pleno ejercicio de su identidad, en el marco de una armónica y fecunda diversidad. Debe reconocer el derecho ajustas compensaciones encaminadas a promover el desarrollo económico y social, y que bien pueden ser enfocadas en adecuados mecanismos de renegociación de la deuda externa o canje de la misma por proyectos de desarrollo social, del medio ambiente y de promoción de los Derechos Humanos en los países en desarrollo.

Todo esto lo afirmamos, Señora Presidenta, basados en lo que dicta nuestra Constitución Política, una de las Constituciones más avanzadas en material social, donde se reconoce la diversidad de los grupos étnicos del país, y se declara al Estado ecuatoriano pluricultural y multiétnico, y se garantizan los derechos colectivos de los pueblos indígenas y de los afrodescendientes, entre ellos, el de conservar la posesión ancestral de las tierras comunitarias.

No obstante ello, debemos señalar que, como consecuencia del sistema colonial que se nos impuso durante siglos, en el Ecuador persisten arraigadas formas de racismo e intolerancia, flagelos que resurgen con inusitada fuerza en la actual etapa de globalización. Frente a ello, el Estado y la sociedad civil se han propuesto avanzar y trabajar intensamente por la eliminación de esta negativa herencia del pasado. En este sentido, cabe resaltar que la delegación oficial que hoy asiste a Durban está integrada por elementos del Estado y de la sociedad civil, lo que constituye un reconocimiento al invalorable aporte de las organizaciones sociales a estos esfuerzos.

Uno de los problemas que más preocupan al Ecuador en el orden externo es el del racismo contra los migrantes. Debemos subrayar que el mundo se enfrenta, como en otras ocasiones en la historia, a una nueva olla migratoria, cuyos efectos, tanto positivos como negativos, deben ser asumidos en base al principio de la responsabilidad compartida, lo que significa contar con una política internacional que condene la discriminación hacia los migrantes de países subdesarrollados y rechace el establecimiento de una ciudadanía de segunda clase en los países desarrollados.

El racismo y las formas conexas de intolerancia son vistos en el Ecuador como un problema ético, moral y jurídico, pero también como uno de los grandes obstáculos para el desarrollo económico y social. La exclusión producto dei racismo impide que importantes sectores de la población realicen un trabajo productivo mancomunado. De igual manera, la exclusión impide que haya una distribución y consumo equitativos, lo que a su vez. obstaculiza el crecimiento económico. La exclusión económica y social determina además el subdesarrollo cultural. Conjuntamente con la discriminación racial contra mestizos, indígenas, afrodescendientes y otras minorías, en el Ecuador existe una forma peculiar de discriminación, conocida en el país como regionalismo, que provoca esciciones, y que sobre todo es alimentada por políticos oportunistas.

Junto a los esfuerzos que se despliegan en el plano interno contra estos males, el Gobierno del Ecuador está decidido a asumir los compromisos que se adquieran en esta Conferencia Mundial, sobre la base de la Declaración y el Plan de Acción de la misma, para llevar a cabo en el país un plan mas amplio contra la discriminación racial, que permita generar identidad y ciudadanía para todos. Para que tengamos éxito, será necesaria una adecuada coordinación internacional sobre la base de estos compromisos.

Entre otros aspectos cruciales, el Ecuador, a través del Frente Social, se compromete a iniciar una campaña de educación, a través de los medios de comunicación, así como a nivel de escuelas y colegios, contra la discriminacióii racial y todas las formas conexas de intolerancia.

Señora Presidenta:

El racismo y el subdesarrollo son dos caras de una misma moneda, y es responsabilidad de todos los estados el luchar de forma conjunta contra estos males, en bien de la propia humanidad. Si no se toman medidas para corregir el actual orden de discriminación, en especial en el orden económico, contra la pobreza, la desigualdad social y la situación de crisis permanente de los países del tercer mundo, agudizada por el peso de la deuda externa, terminará por agobiar, ese injusto orden, también a los países desarrollados.

Por ello, debemos comprometernos todos a construir una nueva sociedad, donde la economía y lo social se conjuguen equilibradamente en la búsqueda del bien para todos los seres humanos, y en la que no haya lugar para el racismo o cualquier otra forma de intolerancia o discriminación.