COSTA RICA

Intervención

De

Elayne Whyte Gómez
Vice Ministra de Relaciones Exteriores

Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia

Durban, Sudáfrica
2 de septiembre 2001

Señora Presidenta,
Señoras y señores delegados
Señoras y señores

La Organización de las Naciones Unidas fue fundada, precisamente, para garantizar a las generaciones venideras el derecho de vivir en paz, para reafirmar los derechos fundamentales y la dignidad humana y crear condiciones para el progreso material y espiritual de los seres humanos.

Indiscutiblemente, uno de los grandes logros de la organización ha sido la construcción de un consenso global sobre los valores fundamentales para la convivencia humana.

La ONU ha dedicado importantes esfuerzos en su lucha por la descolonización y en contra de la discriminación, en todas sus expresiones. Pero a pesar de los avances, el racismo, la discriminación racial y la xenofobia siguen impidiendo el pleno disfrute de los derechos fundamentales a muchas personas alrededor del mundo.

En ese sentido, es trascendental el reconocimiento que los Estados miembros hicieron en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la dignidad y la igualdad de todos los seres humanos, sin distinción de raza, color, sexo, lenguaje, religión, opinión política, origen nacional y social, propiedad, nacimiento u otro status.

Sin embargo, la nueva conformación internacional, la pluralidad de centros de poder y las transformaciones tecnológicas en las sociedades contemporáneas, nos enfrentan a una nueva era que redefine los espacios, los tiempos tradicionales y la naturaleza de los conflictos.

La ONU ha dedicado importantes esfuerzos en su lucha por la descolonización y en contra de la discriminación, en todas sus expresiones.

Pero a pesar de los avances, el racismo, la discriminación racial y la xenofobia siguen impidiendo el pleno disfrute de los derechos fundamentales a muchas personas alrededor del mundo.

En el mundo bipolar, que privilegiaba los espacios nacionales, la misión de las Naciones Unidas estaba dirigida a evitar las confrontaciones entre los estados.

Sin embargo, la nueva conformación internacional, nos enfrenta a una nueva era que redefine los espacios, los tiempos tradicionales y la naturaleza de los conflictos.

Hoy observamos la confluencia de dos tendencias paralelas.

Por un lado, la globalización de la vida económica, social y cultural y los nuevos alcances del fenómeno migratorio, ocasionan que las sociedades sean cada vez más multiculturales, más multiétnicas, más multilingües. En síntesis, más diversas.

Al mismo tiempo presenciamos el resurgimiento de los intereses locales y la reivindicación de las diferencias.

En esta tensión entre lo global y lo local, entre integración y fragmentación, surgen los nuevos conflictos, que en su mayoría son internos y casi siempre están cimentados en diferencias étnicas.

Estos se ven agravados por las tendencias de fanatismos religiosos y nacionalismos exacerbados, la revitalización de sentimientos xenófobos y los efectos de odios antiguos que han sido transmitidos de generación en generación.

Ante esta nueva realidad, la comunidad humana universal no puede quedarse inmóvil y requiere de una actuación ágil y decidida que reafirme a la persona y su dignidad intrínseca, y promueva el respeto de sus particularidades como miembro de un grupo humano y la riqueza de la diversidad humana.

Por esa razón nos encontramos todos en esta Conferencia.

Porque, como ha señalado en diferentes oportunidades el Secretario General de las Naciones Unidas, y lo ha apoyado nuestro país reiteradamente, en la actualidad, la concepción tradicional de soberanía de los estados se redefine, el valor de los derechos humanos trasciende los espacios nacionales y su protección y promoción no es más un asunto interno, sino una legítima preocupación universal.

Para enfrentar estos retos actuales, Costa Rica cree firmemente que esta Conferencia debe estar orientada a concertar estrategias para luchar contra las consecuencias de anteriores esquemas de racismo, discriminación y esclavitud, pero también a enfrentar las nuevas formas contemporáneas de esos males.

Ciertamente esta es una Conferencia difícil, por los temas sumamente sensibles que discutimos. Costa Rica considera que los retos más importantes de la conferencia son: cómo lograr la reconciliación frente a los hechos del pasado y cómo construir el compromiso para las acciones concretas.

Compartimos con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, el criterio de que es necesario reconocer los errores del pasado y su impacto negativo, y que ese reconocimiento debe hacerse de una manera solemne que verdaderamente respete el sufrimiento de las víctimas.

Recientemente, el Papa Juan Pablo II, ha dado un gran ejemplo de humildad al reconocer y pedir disculpas por los grandes errores históricos cometidos por la Iglesia Católica.

Sólo de esta forma, en un mundo reconciliado, pueden tomarse las acciones que los pueblos nos exige hoy.

Así lo hicimos los países del continente Americano en la Declaración de Santiago, al condenar y repudiar, como lo hacemos hoy, los crímenes brutales e injusticias que se cometieron contra los pueblos indígenas y sus descendientes y contra los pueblos africanos y sus descendientes, los cuales fueron sujetos a esclavitud, tráfico transatlántico de esclavos y a otras formas de servidumbre, que hoy día, sin duda, calificaríamos como crímenes contra la humanidad.

Señora Presidenta, Señoras y señores Delegados.

Costa Rica cree, como principio de derecho internacional, que toda violación de una obligación internacional implica la de reparar en forma adecuada. Mas reconocemos las dificultades técnico-jurídicas, políticas y materiales, para que esta Conferencia pueda diseñar y establecer un sistema que siente responsabilidades individualizadas en razón de las injusticias del pasado y que de éstas se deriven reparaciones en dinero.

En el espíritu de lograr compromisos concretos y consensos, consideramos que la discusión debe enfocarse en las reparaciones denominadas de satisfacción y garantías de no repetición.

Este tipo de reparaciones tienen manifestaciones que van desde ofrecer disculpas y aceptar los errores, verificar los hechos y documentarlos, revelar públicamente la verdad, relatar la historia real y enseñarla a las nuevas generaciones, ofrecer homenajes a las víctimas, o hacer prevención de no repetición de las violaciones, entre otras.

En Santiago, definimos que las reparaciones pueden tomar la forma de políticas, programas y medidas a adoptar por parte de los Estados que se beneficiaron de tales prácticas, que deben tender a corregir, no las "injusticias del pasado", sino los efectos o consecuencias de tales injusticias que subsisten en la actualidad, en virtud del daño causado a las comunidades y pueblos afectados.

En este sentido, por ejemplo, las propuestas que aquí se han presentado de esquemas de alivio o condonación de deuda externa y acceso a mercados, son muy dignas de considerar.

Señora Presidenta, señoras y señores delegados:

Los países de las Américas hemos acordado darle fiel seguimiento a los compromisos adquiridos durante la Reunión Preparatoria Regional de Santiago de Chile.

Además de ratificar ese compromiso, Costa Rica desea presentar, como contribuciones al debate, algunas medidas concretas que impulsamos, entre las que mencionamos las siguientes:

En primer término, en el ámbito de los compromisos internos que cada Estado debe emprender, debemos empezar por reconocer la realidad multirracial, multiétnica, multilingüe y multicultural de todas las sociedades, e inculcar el respeto a los valores de la diversidad, el pluralismo, la tolerancia, el respeto mutuo, la sensibilidad cultural, la integración y la inclusión.

Segundo, consideramos que los Estados aquí presentes debemos definir el compromiso de adoptar las leyes necesarias para cumplir con las obligaciones según los instrumentos internacionales de los que sean Partes, con el fin de garantizar a todas las personas del mundo, un mínimo común denominador en los instrumentos básicos de protección.

Tercero, impulsar programas de educación que enseñen el respeto por los derechos humanos básicos de todas las personas en cada sociedad, incluidas las pertenecientes a los grupos étnicos minoritarios, como el pilar fundamental para resolver tensiones y potenciales conflictos que surgen a raíz de la interacción entre diferentes personas y grupos.

Cuarto, evitar que bajo el amparo del ejercicio de las libertades y derecho de expresión se faculte la elaboración y transmisión de propaganda que incite al odio étnico-racial o la reproducción de patrones estigmatizantes, racistas o discriminatorios, en contra de individuos o grupos raciales o étnicos.

En el ámbito internacional, instamos a todos los países para que, en consonancia con el consenso global de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, logremos, antes del año 2005, la ratificación universal de la Convención contra todas la formas de Discriminación Racial.

Invitamos respetuosamente a los estados parte de la Convención a hacer la declaración opcional que dispone el artículo 14, de forma que reconozcan la competencia del Comité para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial para recibir y examinar comunicaciones de personas o de grupos de personas. En la actualidad menos de 25 países lo hemos hecho.

Costa Rica considera fundamental fortalecer los mecanismos de la Carta de las Naciones Unidas y los mecanismos convencionales.

Especialmente proponemos disponer que dentro del mandato del Relator de las Naciones Unidas sobre formas contemporáneas de Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia y formas conexas de Intolerancia, se incluya el análisis de las poblaciones afrodescendientes y que la Comisión de Derechos Humanos establezca los mecanismos necesarios para dar seguimiento a este tema.

De igual manera creemos necesario establecer un grupo de trabajo interagencial de las Naciones Unidas sobre racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, a fin de establecer políticas e iniciativas institucionales para combatir el racismo, y promover las recomendaciones y planes de acción que surjan de la Conferencia Mundial.

Otro objetivo debe ser el incluir en los organismos de desarrollo y las instituciones financieras internacionales, el financiamiento de programas de desarrollo en aquellas regiones o países más afectados por el racismo y de proyectos dirigidos a buscar progresivamente la igualdad estructural de esas poblaciones.

Nos preocupa en esta conferencia que el desarrollo de las tecnologías de información, especialmente el Internet, sea utilizado como instrumento al servicio de quienes promueven o incitan al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas conexas de intolerancia.

Sin embargo, Costa Rica desea instar a esta Conferencia para que considere, utilizar el Internet para el logro de sus propósitos y que se cree un centro cibernético de las Naciones Unidas "Unidos por la Diversidad", en el cual se contemple lo siguiente:

El establecimiento de redes de personas, centros de enseñanza e instituciones para promover el intercambio y la educación intercultural.

Igualmente creemos que este centro debe preparar y hacer pública una colección sistematizada de estudios, estadísticas, bases de datos, políticas, mejores prácticas, legislaciones nacionales que permitan monitorear y medir el progreso nacional, regional e internacional en la tarea de eliminar el racismo.

Este sitio, a su vez, debe servir como instrumento para comunicar y enseñar sobre la contribución de los pueblos indígenas, africanos y afrodescendientes y otras víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, al desarrollo, la historia y la civilización del mundo.

Por último, sólo quisiera agregar que nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, tenemos la oportunidad de hacer realidad los ideales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como de transformar la historia del mundo, en una visión más justa e inclusiva.

El tiempo para la acción es éste. Cumplamos con nuestro deber.

Muchas Gracias